Considero Badajoz un lugar único y singular para vivir. Tiene rasgos que la hacen una ciudad completamente diferente a las demás, y en cuanto a calidad de vida está a años luz de muchas capitales de España y de Europa. Cierto y evidente es, que no jugamos la Champions League a nivel deportivo, pero creo que hay pocos lugares que pueden presumir de tener dos pruebas que comiencen en un país y que terminen en otro. Tal es el caso de las dos entregas de Badajoz – Elvas y Elvas – Badajoz en cuanto a media distancia de maratón se refiere.
Sin ser la modalidad deportiva más mediática, careciendo del poder mediático que están alcanzando pruebas hermanas en Valencia o Barcelona, y contando con la lógica ausencia de Kipchoge, el ‘Olimpo’ del deporte pacense puede estar enmarcado en el camino transfronterizo que separan las capitales española y portuguesa y en el que ya suman tres décadas celebrándose.
Las estructuras de una capital como la pacense permiten disfrutar de estas carreras entre Elvas y Badajoz poniendo algunas limitaciones temporales y ya advertidas como son los cortes en el tráfico. Eso origina para las personas concienciadas y planificadas, un cambio en su manera de organizarse, mientras que para los que no estaban al tanto de dicha incidencia, supone un trastorno mayúsculo simplemente por el hecho de no haber sido informado con la suficiente antelación.
Doy justificación tanto a los que se mantienen informados como a los que, por el motivo que sea, están desconectados. Puedo comprender a los que trazan una ruta o modo de transporte alternativo en este tipo de casos y a los que su desconocimiento les lleva a ser parte de un embudo dominical. A los que sin duda no comprendo y no puedo compartir su frustración constante en un evento que requiere de la colaboración ciudadana para que alcance parte de su éxito.
El no comprender que es una situación que requiere paciencia, emitir improperios y pitidos por doquier e incluso insultar a quien no tiene culpa, no es manera ni solución para un problema originado en la poca planificación y el escaso respeto.