Lo que el viento se llevó… y no ha vuelto

Pequeño pero Gastón

Acudir a un partido de fútbol de categorías inferiores en la ciudad es en muchos casos más un riesgo para la salud que un disfrute. Esto pasa por ejemplo en los Campos Eusebio Bejarano.

En estas instalaciones dependientes de la Federación Extremeña de Fútbol salió volando el techo por el enorme viento. Aquello ocurrió en la madrugada del 10 al 11 de diciembre de 2017.

Por lo tanto, en un par de semanas se van a cumplir dos años desde que todo aquel que se acerca a presenciar algún encuentro allí lo tiene que hacer totalmente al descubierto.

De hecho, cualquiera que haya ido más de dos veces a los propios Campos Eusebio Bejarano sabe que renta más situarse en la zona de vestuarios, donde hay una pequeña cubierta, que en la grada.

El techado estuvo presente en esas instalaciones ya en el momento de su inauguración. Si queremos que nuestros jóvenes hagan deporte en plenas condiciones y que las categorías inferiores se desarrollen correctamente, lo primero que hay que preparar son unas instalaciones adecuadas.

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