¿Por qué lo hiciste, David?

La Pregunta Puñetera

Todavía no puedo evitar evidenciar una violenta parálisis cada vez que me acuerdo de David Cox. La depresión de este futbolista escocés es, por desgracia, un mal cada vez más común en la sociedad del deporte actual. Aún no sé muy bien como, pero lo cierto es que aún siendo joven y teniendo la vida por delante, se planteó en más de una ocasión quitarse la vida.

El hecho de no estar llevando una vida plenamente feliz, unido a la presión asfixiante y sofocante que viven los deportistas profesionales y semiprofesionales, le impulsaron a tratar de ahorcarse en una maniobra en la que solo la aparición de su hermana le salvó de la tragedia.

Pero lo peor es que, después de este suceso, el mundo del fútbol mostró su lado más vomitivo y abominable: burlarse de una persona que había coqueteado con el suicidio. «Si te cuelgas, hazlo bien» le gritaban desde la hinchada rival en el terreno de juego; sus rivales en el campo, tampoco ayudaban: «eres un psicópata», le decían.

Por un lado, me gustaría saber que se le pasa por la cabeza a David para llegar a tal grado de desesperación como para buscar consuelo en su vida prescindiendo de la misma. De verdad que no te entiendo. Aún habiéndose diagnosticado ciertas anomalías en su sistema nervios. Aún teniendo circunstancias personales y vitales muy extremas que le hayan podido dar un empujón a su frágil raciocinio. De verdad, no entiendo tu cobardía, David. Soy el primero que llora si no me va bien. Soy el primero que uso todos los mecanismos de defensa posible para evitar la depresión. He llegado a estar tan triste que esta idea se ha hecho presente en mi cabeza. Pero al volver en mí mismo, eso desaparecía. Esto ya es lo último. Ahí no puedo llegar. Quitarse la vida es suicidarse a uno mismo.

Aún con más ahínco puedo reprobar la actitud de sus compañeros en el campo. Algunos incluso se disculpaban después de haber hecho más profunda la estancia en el fango de David Cox. Se trata de un comportamiento que vulnera los principios de la caridad humana.

Bill Shankly dijo una vez: «Algunos creen que el fútbol es solo una cuestión de vida o muerte, pero es algo mucho más importante que eso». Puedo afirmar que no he leído una mayor tontería en mi vida. Doy todo mi ánimo a David, sí. Pero no puedo dejar de pensar que es un cobarde.

Puede que no tenga mucho que ver con el deporte. Ni tampoco con Badajoz. Pero es una reflexión que no se podía quedar dentro de mí. Todo ser humano busca la felicidad. A veces, la búsqueda de ésta es muy complicada. Pero nunca hay que abandonar el barco aunque no se vea ninguna luz que ilumine el camino.

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