Pequeño pero Gastón
El domingo a las 18:00 se decide todo lo queda por jugarse en Segunda B y Tercera. Ese «todo lo que queda por jugarse» engloba en esta ocasión al campeonato en 2ªB, fase de ascenso en 2ªB, promoción de descenso en 2ªB, descenso directo en 2ªB, campeonato en Tercera, cuarta plaza en Tercera y descenso en Tercera. Es decir, falta todo por decidirse. Además, a casi todos los implicados no les queda otra que estar pendientes de otros campos. El Badajoz depende de sí mismo para salvarse de forma directa si logra el triunfo casero ante el ya descendido Lorca Deportiva, al que ya goleó a domicilio en la primera vuelta.
El domingo será por tanto una tarde de radio. Serán horas en las que habrá que recabar pilas a tutiplén y tirar de electricidad para poner las baterías a tope y evitar así que nos perdamos ni un solo segundo de lo que viene por delante. Todas estas emociones nos trasladan a unos -gloriosos- años atrás. Eran épocas en las que en los domingos era habitual poder viajar por todo el país a través de las ondas gracias a la ronda de novedades del Carrusel Deportivo, el corazón se ponía en un puño con cada sonido morse que anunciaba un gol y la clasificación cambiaba tanto de un instante a otro que solo valía la pena mirarla una vez hubieran terminado los partidos. Hoy en día solo se puede sentir esto ya en jornadas como esta.
Los últimos y decisivos partidos de la temporada llevan también implícitas las promociones de los equipos que juegan en casa para poder poblar sus gradas lo más posible. Los blanquinegros , por ejemplo, regalan para esta semana dos entradas a cada abonado y sacan a la venta el resto de entradas por cinco euros. Es el momento de los que solo se apuntan a las grandes ocasiones.
A todo esto, el Badajoz llega a la jornada definitiva a tope de nervios por culpa de la derrota -con remontada incluida- por 3-1 en campo de un Betis Deportivo ya descendido. Una vez más el equipo no supo dar la talla fuera de casa. La situación de jugársela al borde del precipicio se repite siete años después. Por aquel entonces, se ganaba 1-0 al Universidad de Las Palmas con gol de Juan Carlos Ortiz, un futbolista que llegó con muy buenas expectativas pero que no hizo nada. Con este gol se convirtió en ídolo de algunos. ¿Se repetirá la historia?
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