Miguel Narváez fue el gran protagonista del clásico extremeño. En el descuento y con empate a uno en el marcador, el guardameta pacense le detuvo un penalti a Álvaro Clausí que selló las tablas entre Cacereño y Badajoz.
Gracias a la actuación de su cancerbero, los pacenses suman un insuficiente punto en un partido en el que se sintieron cómodos sobre el verde del Príncipe Felipe en pocos tramos del partido.
Un cabezazo del Borja López a la salida de un córner en el minuto 22 ponía en ventaja a la escuadra de Oliver Sierra, que poco más de quince minutos después veía como Deco lograba el tanto del empate.
La expulsión de Dani Cordero pasada la hora de juego condicionó a un Badajoz que supo aguantar las acometidas del rival en un ejercicio de resistencia que vale un punto, aunque sigue sabiendo a poco debido a la situación clasificatoria del equipo.
A pesar de las sensibles bajas de Jou y Grima, Luis Oliver Sierra no modificó el dibujo y mantuvo el 4-4-2 por el que viene apostando desde su llegada. Narváez ocupó la meta como viene siendo habitual y la línea de zagueros estuvo formada por Fidel y Dani Cordero en los laterales y Liza y Carlos Cordero en el eje de la defensa.
Para suplir a Toni Jou, Oliver Sierra decidió apostar por Borja López como centrocampista. El central de Terrassa reconvirtió su posición para acompañar a Damián Petcoff en la sala de máquinas, que volvía al equipo tras su ausencia ante el Villanovense por sanción.
También hubo novedades en la parcela ofensiva. Castri se quedó en el banquillo y su lugar en la banda derecha lo ocupó Samu Manchón en su regreso al Príncipe Felipe. Adri Carrasco se ubicó en el perfil zurdo y Ewan y Álex Alegría en la punta de ataque.
Los primeros minutos del partido fueron un fiel reflejo de lo que es un derbi. Ambos equipos se mostraban intensos, tratando de imponer su juego al de su rival para amenazar lo más pronto posible.
Fue el Cacereño el primero en hacerlo. En el minuto 5, Iván Fernández lograba ganarle la posición a Liza en un balón en profundidad y conectaba un zurdazo que se marchaba desviado de la puerta de Narváez.
Solo cuatro minutos después respondía el Badajoz por mediación de Adri Carrasco. El extremo madrileño lograba hacerse con un rechace en el área rival tras un centro de Fidel y conectaba una volea que Robador mandaba a córner.
A pesar de que el Cacereño mostró más presencia en campo rival antes de llegar a la primera media hora de juego, iba a ser el Badajoz el que golpeara primero. Borja López mandaba el cuero al fondo de las mallas rivales tras un soberbio cabezazo a un centro de Petcoff desde la esquina.
Los blanquinegros desplazados al Príncipe Felipe explotaban de júbilo tras ver a su equipo adelantarse, confirmando el pragmatismo del planteamiento inicial y eliminando los fantasmas de la falta de acierto del encuentro ante el Villanovense.
El cambio en el luminoso no varió en exceso lo mostrado sobre el verde. El balón seguía sin tener un dueño claro y el devenir del choque estaba más condicionado por las pulsaciones de sus protagonistas que por el fútbol desplegado.
El Badajoz trataba de hacerse fuerte por los costados. Las diagonales de Samu Manchón desde la izquierda dejaban el carril libre a un Fidel que se incorporó al ataque en varias ocasiones tratando de buscar a la pareja de delanteros dentro del área rival.
Dado a lo trabado que se encontraba el encuentro el balón parado resultó vital. Lo fue en el tanto de Borja López y también en el empate que lograría el Cacereño cuando la primera parte del partido se aproximaba a su recta final.
El equipo de Julio Cobos sacaba en corto un córner que acababa con un centro al segundo palo de la meta de Narváez. Tellechea le ganaba el duelo a Carlos Cordero y dejaba el balón muerto para que Deco, con un disparo inalcanzable para el meta pacense, pusiera las tablas en el electrónico.
El Badajoz trató de digerir con la mayor celeridad posible el tanto del empate y trató de seguir imponiéndose en los duelos, especialmente en los aéreos, para tratar de construir a través de las segundas jugadas.
El partido poco a poco fue subiendo sus pulsaciones y comenzó a ser habitual ver a jugadores de ambos equipos enfrentarse por acciones propias del juego. El colegiado solucionaba cualquier atisbo de corrillo con cartulinas amarillas para evitar que el partido se le fuera de las manos.
Con empate a uno en el marcador, las pulsaciones en aumento y las espadas en todo lo alto concluyó el primer tiempo en un clásico extremeño en el que ambos equipos mostraron más empuje que fútbol.
La segunda mitad comenzó con cambios por parte del bando pacense. Chacartegui y Gálvez ocuparon los puestos de Ewan y Fidel y Dani Cordero pasó a ejercer como lateral diestro.
El Cacereño mostró más presencia ofensiva en el tramo inicial del segundo acto. Primero Tellechea se topaba con Narváez tras recibir un pase entre líneas y escorarse en línea de fondo.
Posteriormente, Jorge Barba conseguía batir al meta pacense con un disparo cruzado que en última instancia embocaba a gol Tellechea, provocando que el juez de línea levantara el banderín y señalara fuera de juego.
El ímpetu del cuadro local iba a verse aún más espoleado pasada la hora de partido. El colegiado mostraba la segunda amarilla a Dani Cordero por una entrada a destiempo y dejaba al Badajoz con diez hombres.
La superioridad numérica del Cacereño volcó aún más el campo a su favor. El cuadro de Julio Cobos detectó la debilidad del Badajoz en el costado diestro y comenzó a percutir por ese lado tratando de encontrar la acción que los pusiera por delante en el marcador.
Precisamente desde ese lado iba a llegar una nueva oportunidad favorable a los verdes. Joserra colgaba el cuero con rosca buscando la cabeza de Barba, que rozaba el cuero ligeramente y estaba cerca de hacer el segundo tanto de su equipo.
Por su parte, el Badajoz trataba de aprovecharse de la presencia física de Gálvez y Alegría para ganar duelos y hacerse con el esférico en campo rival, aunque la dupla de centrales cacereña se mostró efectiva y evitó que los arietes blanquinegros pudieran imponerse.
A pesar de tener un hombre más en el campo, el Cacereño no terminaba de generar peligro real al Badajoz en los últimos minutos del partido. Los hombres de Julio Cobos no lograban circular con velocidad y facilitaban el trabajo a los zagueros pacenses, que se mostraron sólidos ante las acometidas rivales.
Cuando el partido estaba ya en el tiempo añadido, un tiro de Carrillo se topaba con la mano de Carlos Cordero y el colegiado señalaba penalti. Álvaro Clausí era el encargado de convertir la pena máxima pero se topaba con un felino Miguel Narváez, que le adivinaba las intenciones con una sensacional parada.
Poco más de sí dio el encuentro. El penalti parado por Narváez puso la puntilla final al choque y el reparto de puntos se confirmó con el pitido final del colegiado. Un reparto de puntos que viene mejor a Cacereño que a Badajoz, pero que visto el devenir del choque puede darse por bueno en clave blanquinegra.
A pesar de ello, los hombres de Oliver Sierra siguen una semana más en los puestos de descenso y sumar de uno no vale a estas alturas de la temporada. Urge lograr la victoria para seguir teniendo opciones de continuar en la categoría. La próxima oportunidad, el próximo domingo en casa ante el Getafe B.
