La extraordinaria dinámica por la que atraviesa el CD Badajoz hace que a los rivales le tiemblen las piernas. Los ochos partidos consecutivos que llevan los blanquinegros sin perder están haciendo que los de Nafti no dejen de acercarse a la cuarta plaza pues, como es normal, el resto de rivales tarde o temprano acaban dejándose puntos en el camino.
Para escenificar esta situación podemos mirar, sin ir más lejos, a la jornada del pasado domingo en el grupo IV de Segunda B. Los pacenses comenzaron el domingo intentando sacar tres nuevos puntos en un derbi, esta vez en el Vicente Sanz de Don Benito.
Gracias a la pegada de Higón, el Badajoz logró una victoria de oro que le podría hacer recortar puntos respecto a sus principales rivales si estos fallaban… y al final acabaron fallando. El primero en no conseguir el objetivo fue el San Fernando. Desde el minuto 13 fue perdiendo el conjunto gaditano en campo de un Marbella que cada vez es más peligroso. El duelo, que también comenzó a las 12:00, acabó 2-0.
También por la mañana, no logró sacar su partido adelante en casa la Balona. No pasó del empate sin goles ante el Ibiza, otro que se considera rival directo por la Copa del Rey, puesto que está a un punto de la propia Balona y a tres del Badajoz.
Ya por la tarde, el UCAM tampoco fue capaz de lograr los tres puntos ante su público. En su caso, el verdugo estuvo personificado en un Atlético Sanluqueño que lleva ya algunas jornadas entonado, hasta el punto de que ha logrado salir del descenso (no se nos olvide que el Badajoz va a jugar la última jornada en El Palmar).
Todo esto deja a los blanquinegros ahora mismo en puestos de Copa del Rey y a siete puntos de la cuarta plaza. Comparando el estado de forma de los pacenses con el de los conjuntos que le preceden en la tabla es evidente que la lucha por la fase de ascenso es ya una realidad.