Ferrondependencia

Pequeño pero Gastón

El Badajoz de este inicio de temporada parece padecer el síndrome de aquellos conjuntos que consiguen contratar a un buen delantero para que lleve la voz cantante durante la temporada para que marque la gran mayoría de los goles. Este síndrome, al igual que el cerdo que algunos comen en restaurantes chinos, suele dejar un regusto agridulce. Esto es lo que le ocurre al equipo de Salinas con el fichaje de Francis Ferrón.

El delantero algecireño, que en pretemporada bien es verdad que no estuvo muy fino, lleva marcados tres tantos en las cuatro jornadas que se han disputado hasta el momento en liga. Además de ser esta una marca goleadora bastante por encima de lo normal (si mantuviera este ritmo durante toda la campaña acabaría con 28 goles), supone que el cien por cien de los tantos blanquinegros lleven su nombre a día de hoy.

Ahondando un poco más en las matemáticas, nos damos cuenta de que el ariete le ha aportado al Badajoz seis de los siete puntos que figuran en su clasificación. El único que se le escapó fue el empate a cero del último partido en casa ante el Real Murcia. Todo esto quiere decir que los pacenses tienen en sus filas a un goleador de los mejores del grupo IV de Segunda B, si es que logra mantener la regularidad durante toda la campaña, pero también que el resto de la parcela atacante necesita espabilarse para poder seguir asegurando los tantos si algún día no puede jugar Ferrón.

El equipo tiene este año a otros dos arietes de nivel para intentar repartirse los goles. Ezequiel Lamarca viene de marcar 15 la temporada pasada con el Écija y de ser su futbolista más destacado, mientras que Éder anotó 12 tan solo en media campaña con el Pontevedra. En tiempos de bonanzas como este, es el momento de exigir a todos los futbolistas que se pongan las pilas.