Pequeño pero Gastón
«Tenemos muchas ocasiones pero la pelota no entra». Esta es la frase más repetida en las dos últimas semanas por parte de los aficionados del CD Badajoz. Los delanteros del equipo se las prometían muy felices al ver los dos tantos de Ferrón en el debut liguero en Villanueva, pero el grifo parece que se cerró también ese mismo día.
Acumula el cuadro blanquinegro dos partidos consecutivos sin perforar la portería contraria. Curiosamente son los dos que ha jugado en casa en lo que va de liga. También es verdad que los rivales de los mismos han sido conjuntos que tienen algunas de las mejores plantillas del grupo.
El primero que visitó el Nuevo Vivero fue el Recreativo de Huelva. Es un equipo que no destaca precisamente por el disfrute que produce con su juego, que se encontró con un gol tras un regalo llegado con envío premium y demás… pero el Badajoz no fue capaz de marcarle.
La sequía se pretendía que quedara en cosa de un día y cambiar así la dinámica para el duelo del pasado domingo, también en casa, ante el Real Murcia. Los pimentoneros tienen uno de los mayores presupuestos de toda la Segunda B, no les falta descaro para arrimarse a la portería contraria, jugaron alrededor de una hora con un futbolista menos… pero el Badajoz no fue capaz de marcarle.
Aunque estamos todavía en las primeras jornadas de una larga temporada, alguno podría pensar que el problema es que los goles no llegan porque los delanteros no saben meterla, porque oportunidades suficientes sí hay. Este caso desde luego no es porque Ferrón anotó esos dos goles en Villanueva, y en los otros envites se han alternando Lamarca y Éder (ya sería casualidad que los dos fueran malos…).
El problema podría estar en la falta de frescura del equipo en ataque. Durante el juego, los futbolistas de arriba están muy estáticos y con muy poca movilidad. Pero eso sería más bien una explicación si no se generaran ocasiones, pero tampoco es ese el caso. La incógnita solo sabe resolverla Salinas.