Pequeño pero Gastón
El CD Badajoz nos calló la boca a algunos el pasado domingo. Si la semana anterior todo parecía que volvía a ser negro y de nuevo estaban presentes los fantasmas del descenso y de la mala puntería, los blanquinegros dieron la cara en otro momento clave. Fue una victoria de mérito ante un rival directo (ya no hay ninguna duda de que lo es) como el Écija. No era normal lo que el equipo astigitano hizo en los primeros meses de liga, llegando a liderar la tabla durante varias semanas. En los últimos partidos ha recibido algunos baños de realidad. El último, frente al mejor Badajoz de la temporada.
Los pacenses han subido con este triunfo de una tacada cinco puesto en la tabla para conseguir el decimoprimer puesto, que es en comparación uno de los mejores datos desde que comenzara el campeonato allá por el mes de agosto. Para seguir tirando de números, los de Marrero han sacado 9 de los últimos 12 puntos que se han disputado en liga. Lo abultado de los resultados hace también que 3 de los 4 últimos partidos que ha jugado el Badajoz los haya resuelto con goleadas a su favor. Es ya el segundo mejor equipo extremeño, solo superado por el Extremadura.
A pesar de todo esto, los tres puntos del domingo quedaron en un segundo plano. Lo extradeportivo salió a flote gracias a la votación matutina de los socios, quienes daban su beneplácito a la conversión en Sociedad Anónima Deportiva. Esto es bastante más importante de lo que parece. Los más de 300 propietarios del club (que eso es lo que eran los socios hasta el domingo) se acercaron a la RUCAB para decidir el futuro de su equipo. Había mucha ilusión en votar por última vez. Desde el domingo el Badajoz es de Premium Sport. Desde el domingo el Badajoz es una empresa.
Lógicamente el entrar puramente en el «circo» empresarial tiene sus cosas buenas, pero no se nos puede olvidar que también tiene sus cosas malas. Si se concreta el más de millón de euros de presupuesto de cara a la campaña que viene se podrá hacer una plantilla competitiva de verdad, pero también está el riesgo de «¿y si todo esto sale mal?» o directamente «¿y si todo esto fuese mentira?» Sobre éste último caso estamos ya curados de espanto en Badajoz y el resto de Extremadura. Lo que se promete pinta muy bien pero es muy difícil de cumplir. El fútbol, como la vida, no se puede planificar tanto, puesto que no es una ciencia exacta.
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