Domingo de resurrección

Pequeño pero Gastón

A todos nos hacía falta un fin de semana así. A pesar de la mala pinta que tenía el cielo desde las primeras horas del pasado domingo, las nubes se transformaron en alegría gracias a los dos triunfos vitales que consiguieron los dos principales abanderados del fútbol pacense. Badajoz y Santa Teresa renovaron antes de ayer sus muchas opciones de acabar la temporada permaneciendo en sus respectivas categorías. Los dos llegaban a sus duelos tras sendas desilusiones que tardarán en olvidarse, pero dieron la cara ante otros rivales directos a los que meten más que nunca en problemas.

Si blanquinegros y rojiblancas mantienen su nivel general de concentración mostrado en esta última jornada, este fin de semana que se nos viene volverá a ser de tremenda esperanza para ir dejando atrás a algunos rivales e irse acercándose a otros. De nuevo aparecen en escena los equipos directos, aunque esta vez los partidos serán fuera de casa, con todo lo que ello conlleva. El sábado el Badajoz puede dejar sentenciado al colista Lorca. Ambos equipos han vuelto este año a la categoría de bronce, pero han comenzado el curso de una forma muy distinta. Los de Marrero podrían ponerse nada menos que once puntos por encima del conjunto de la Región de Murcia. Saldrían del descenso, adelantando al conjunto que tiene enfrente, las chicas de Antúnez si el domingo vencen a la Real Sociedad.

En el análisis individual de cada duelo que se jugó el domingo en la capital pacense, los blanquinegros se dieron un festín de lucha y goles durante 88 minutos ante el Betis Deportivo. Duró 88 minutos porque en los dos primeros volvió a aparecer la «caraja» que últimamente se está estableciendo como tradicional para que el equipo se pusiera por debajo en el marcador por culpa de un nuevo error defensivo. El resultado no puede tapar las carencias que los pacenses aún necesitan subsanar.

El Santa Teresa consiguió su primer triunfo en casa de la temporada, y eso que fue la última jornada del año ante su público, gracias a que el bloque ofreció la versión más parecida a lo que era el curso pasado. Eso quiere decir que las de Antúnez jugaron como un auténtico EQUIPO. Aún así, hubo momentos de la primera parte en la que volvieron a aparecer los fantasmas desmoralizantes de las ocasiones que se iban fallando. Aunque las chicas ya se iban mereciendo la victoria, está claro que hay que seguir trabajando la mente. Cuando se trabaja bien, siempre se acaba levantando la cabeza.

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