Hace dos años la capital pacense se bañó en la fuente con CD Badajoz, Santa Teresa y CD Gévora, que lograron terminar sus respectivas temporadas ascendiendo de categoría
Las primeras en salir a la palestra fueron las rojiblancas. Las de Juan Carlos Antúnez, aún en segunda, se jugaban en 90 minutos su presencia en el Olimpo del balompié femenino la temporada siguiente. Era el encuentro de vuelta de la segunda eliminatoria de ascenso a primera, y se jugaban ante el Plaza Argel todo a una carta tras el 1-1 de la ida. El empate sin goles en el Vivero condujo a la gloria a un club muy joven y con una meteórica trayectoria. Fue una circunstancia curiosa, ya que Antúnez, técnico del ‘Santa’, aseguraba horas antes del encuentro que en el fútbol femenino eran muy poco usuales los empates a cero. El destino quitó la razón al técnico pacense, de lo cual él mismo se alegró.
Así celebró el Santa Teresa su ascenso a primera
El CD Badajoz llegaba también a la gran final entre finales para volver a la tercera división. Pese a que había sacado un buen resultado en la ida de la eliminatoria definitiva ante La Estrella (2-3), los de Vïctor López venían generando dudas después de estar al borde del colapso ante el Aceuchal en el anterior cruce. Al final, David Copito decidió, el Badajoz ascendió, y la ciudad llenó su fuente para celebrar el segundo ascenso en dos años de historia del club.
¿Recuerdas cómo fue aquel día?
Por último, el conjunto de la pedanía pacense de Gévora también logró su gloria particular. Tras varios años intentándolo, los verdinegros lograron ascender a Regional Preferente tras imponerse al Plus Ultra con un solo gol en 180 minutos, que fue suficiente para rubricar el tan ansiado regreso a la ahora denominada Primera División Extremeña.