
El momento importante de la competición ha llegado y el Badajoz se está quedando corto. El equipo que dirige Luis Oliver Sierra no pudo pasar del empate a dos ante el Diocesano en el primer partido del 2025 en el Nuevo Vivero, en un encuentro en el que el equipo volvió a mostrar una versión demasiado plana en muchos tramos del partido.
En su regreso al Nuevo Vivero, Oliver decidió volver al 4-4-2 e hizo debutar como titular a Borja Domingo. El ex del Don Benito formó dupla ofensiva con Álex Alegría mientras que Barba ocupó el lugar de Fran Miranda en el doble pivote blanquinegro.
El partido comenzó de manera accidentada pero no por lo que ocurrió sobre el césped. Cuando solo habían transcurrido unos segundos desde el pitido inicial, el colegiado detenía el partido debido a un problema sanitario en la grada, quedando el encuentro detenido más de 20 minutos.
Con el problema ya solventado en las gradas del Vivero, el choque comenzó con un ritmo muy bajo por parte de ambos equipos. A pesar de que el Badajoz quiso hacerse con el cuero y dominar a través de la posesión, las imprecisiones en los controles y en las conducciones generaron un alto número de pérdidas que imposibilitaron que la idea inicial de los blanquinegros se ejecutara adecuadamente.
El transcurso de los minutos y la falta de amenazas por parte del Badajoz fue dando alas al Diocesano, que comenzó a soltarse. Los rojillos lograron instalarse en varias ocasiones en campo rival y consiguieron amenazar en alguna ocasión la meta de Álex Quesada.
También logró el Badajoz inquietar los intereses cacereños, especialmente con una ocasión de Álex Alegría que se marchó fuera por poco. Dani Cordero superaba a su par en el costado zurdo, colgaba el balón al área y encontraba la cabeza del ariete placentino, que remataba algo forzado y mandaba el cuero desviado.
Cuando parecía que el primer tiempo iba a concluir con empata a cero, Ginés cometía penalti sobre Nacho Mena en una acción en la que el central blanquinegro se equivocó al ceder de cabeza para Quesada. Fran Castro iba a ser el encargado de lanzar la pena máxima, convirtiendo el 0-1 con un excelso lanzamiento a lo panenka.
Con una sonora pitada concluyó el primer tiempo en el Nuevo Vivero. Para tratar de revertir la situación Luis Oliver decidió mover el banquillo en el descanso y sustituyó a David Calles y Dani Cordero por Gurdiel y Jorge Pérez.
El arranque de segundo tiempo iba a ser inmejorable para el Badajoz. En la primera acción tras el paso por vestuarios, Jorge Pérez metía el cuero al área pequeña tras apurar línea de fondo. Ningún jugador blanquinegro encontraba remate y el cuero quedaba muerto hasta que con un potente disparo Borja Domingo la mandaba a guardar y hacía el empate a uno.
Casi sin tiempo para la reacción, el Badajoz conseguía darle la vuelta al resultado. Solo dos minutos después del tanto de Domingo, Gus Quezada conseguía poner el 2-1 tras rematar de cabeza un centro de Jorge Pérez.
Pero la alegría no iba a durar demasiado. Menos de diez minutos después del tanto de Quezada, Fran Castro convertía su segundo gol del choque tras cabecear una falta lateral desde el costado diestro y ponía el empate a dos en el marcador.
La última media hora del encuentro fue convirtiéndose progresivamente en un intercambio de golpes por parte de ambos equipos. Los centros del campo de una y otra escuadra comenzaron a difuminarse, lo que dio pie a una sucesión constante de ataques.
En este ida y vuelta, ambos equipos pudieron lograr el tanto de la victoria. Si bien es cierto que al Badajoz le faltó concretar mejor sus llegadas para tener acciones más claras, el Diocesano llegó a disponer de varias situaciones de superioridad ofensiva en la que el desgaste físico le evitó males mayores al Badajoz.
Finalmente, el colegiado decretó la conclusión del choque con el 2-2 en el marcador, lo que se tradujo en un insuficiente punto para el Badajoz, que solo ha podido cosechar dos en los encuentros ante Azuaga, Llerenense y Diocesano.
El equipo de Luis Oliver se mantiene en la quinta posición de la tabla, la última que da acceso al playoff de ascenso, con 39 puntos, a siete del Jaraíz, a cuatro del Extremadura y a tres de Azuaga y Llerenense.
La próxima semana, el conjunto pacense tendrá que desplazarse para enfrentarse a un Arroyo que se sitúa cerca de los puestos de descenso.