El Badajoz es un polvorín al que, por desgracia, cada vez le queda menos para estallar por los aires. A la complicada situación deportiva que atraviesa el equipo, inmerso de lleno en la lucha por la permanencia en Segunda RFEF, y al entramado institucional que sufre debido a la guerra de bandos por hacerse con su propiedad, se suma ahora la denuncia de los trabajadores del club que exponen la difícil y precaria situación en la que se encuentran.
La misiva comienza reconociendo que se les ha abonado la nómina de enero, aunque el pago se produjo con 20 días de retraso. A pesar de ello, los trabajadores de La Academia y de la sección femenina siguen sin percibir sus honorarios.
También recoge el documento que no se les ha asegurado que se vayan a recibir las próximas nóminas. «A juzgar por la experiencia y el devenir de los acontecimientos, no parece que vaya a producirse», recoge el escrito.
La carta continúa exponiendo que diversos proveedores del club llaman a diario reclamando cantidades adeudadas. Unos impagos que según se explica en el documento se producen desde hace meses «ante la pasividad de la propiedad del club y del director general».
Los trabajadores del Badajoz exponen en su manifiesto que la falta de recursos es debida a «la falta de previsión y gestión de la situación que atraviesa nuestro club», que los propietarios han reconocido ante terceras personas que no existen recursos económicos y que les consta que se están produciendo impagos con Agencia Tributaria y Seguridad Social.
«El pasado 24 de enero pedimos a la propiedad por medio de una carta que se nos aclare la situación para estar prevenidos. También se pidió en la misma misiva que se explicara el proyecto a la afición, haciendo un ejercicio de honestidad y empatía. Nuestras sugerencias, consejos profesionales y trabajo han caído siempre en saco roto. Estamos desprotegidos», reza el documento.
El comunicado continúa exponiendo que los trabajadores no quieren formar parte de la guerra accionarial en la que se encuentra inmerso el club y que no se van a posicionar respecto a ella, si no que se trata de una cuestión «laboral y profesional» a cerca de problemas que se llevan arrastrando desde hace meses.
Además, en el documento se reconoce que nadie asume la responsabilidad dentro de la entidad, que no existe la figura de director deportivo desde la marcha de Gudi y que Patricio Arana, director general de fútbol, no hace acto de presencia en el estadio desde hace más de mes y medio. Según ha podido saber este medio, integrantes de la familia Arana han estado este martes en el Nuevo Vivero recogiendo enseres que todavía mantenían en el estadio.
Los trabajadores reconocen que seguirán trabajando «con profesionalidad y honradez», que son conscientes de la repercusión de la carta y que mantendrán su profesionalidad y honradez a pesar de la limitación de los recursos.
Por último, concluyen su escrito mandando «apoyo y empatía» a la afición blanquinegra, porque sienten que «se está avocando a nuestro club a la desaparición sin que podamos hacer nada por evitarlo”.
Autor
