Victoria de esfuerzo, trabajo y casta. El Badajoz se trae los tres puntos de Pontevedra tras vencer a los gallegos 1-2 gracias a los tantos de Adilson y Soto en un encuentro marcado por el deplorable estado del césped y por la poca cantidad de efectivos con los que contaba el entrenador almeriense.
Salmerón tuvo que iniciar el encuentro con una defensa de circunstancias. Las bajas de Mariano y Borja García obligaron al técnico indálico a improvisar una pareja de centrales inédita formada por Carlos Cordero y Pérez Acuña, acompañando a José Más y Edu Sánchez.
Otro inédito en la alineación pacense fue Jannick Buyla. El centrocampista formó de inició como pivote, escoltado por Burlamaqui y Alfaro, y con Adilson, Ferrón y Soto por delante para aportar la mordiente ofensiva.
El partido comenzó con movimiento. Kike Royo tuvo que intervenir en los primero compases del encuentro para despejar una volea desde la frontal que se envenenaba al tocar en la espalda de Buyla.
Pero el Badajoz iba a golpear primero. Corría el minuto seis de partido cuando Adilson se subía a su moto particular, trazaba la diagonal desde el perfil izquierdo y, tras dos amagos, mandaba el cuero al fondo de las mallas.
El tempranero gol del extremo luso fue oro para un Badajoz que tuvo que bajarse al barro para disputar el partido, y no es una expresión metafórica. Salmerón avisó en la previa del encuentro sobre lo que esperaban encontrarse en el terreno de juego, pero se quedó corto.
La carga de partidos como local del Pontevedra en las últimas semanas y las habituales lluvias gallegas habían dejado el césped de Pasarón en un estado lamentable, con zonas en las que controlar un balón o dar un pase raso se convertían en una autentica quimera.
A pesar de todo, el Badajoz continuó ejecutando su plan de partido ante un conjunto gallego peleón. Antes del 10 de partido, Royo volvió a dejar una tremenda parada de reflejos a un disparo de Rufo desde el área pequeña.
El Badajoz tenía el partido donde quería. El Pontevedra acaparaba la posesión del balón mientras los de Salmerón, replegados en su campo, esperaban la oportunidad de robar y poder correr a través de Soto y Adilson. Pero de nuevo las áreas volvieron a condenar.
Un córner botado por el Pontevedra en el minuto 30 se iba a convertir en el empate a uno. El cuero iba dirigido al primer palo, donde se ubicaba Ferrón. El bote sorprendió al delantero, que no lograba despejar el cuero, y el balón le llegaba franco y sin oposición a Abelaneda en el segundo palo, que hacía el empate.
La mala suerte iba a seguir cebándose con el Badajoz cuando, minutos antes del descanso, Edu Sánchez iba a tener que retirarse por lesión. Más contratiempos para Salmerón, que tuvo que pasar a José Más al lateral izquierdo e introducir a Calderón como lateral derecho.
Tras el paso por vestuarios, la segunda parte iba a comenzar de forma muy similar a la primera. En el minuto 48 Soto se inventaba un verdadero golazo para poner el 1-2 en el marcador tras una carrera por banda derecha en la que dejaba a dos contrarios por el camino. Al pisar área, el de Ablitas definía con calidad al palo largo y volvía a darle ventaja al Badajoz en el electrónico.
El Pontevedra iba a reaccionar con celeridad y en el 55 de partido iba a dar entrada al brasileño Charles, hombre gol de los gallegos, para tratar de tener mayor presencia en área rival.
Los gallegos continuaban apretando para lograr el empate pero la solidez defensiva mostrada por el Badajoz en la segunda parte imposibilitaba los intentos de los de Antonio Fernández. El partido realizado por Mati Pérez Acuña, en una posición poco habitual para él, fue de un nivel altísimo.
Ferrón iba a tener en sus botas la sentencia en el minuto 61 tras un pase de Alfaro, pero el de Algeciras iba a mandar el cuero fuera. El Badajoz trataba de matar el partido al contraataque pero el esfuerzo realizado provocaba que en los últimos metros faltara frescura para definir.
En el tramo final del partido, los de Salmerón continuaron defendiendo el resultado con una intensidad propia del que se juega la vida. Las intentonas del Pontevedra quedaban en nada y con el pitido final del partido el jubiló pacense se desató.
El Badajoz se traía a casa tres puntos de Pasarón en un campo impropio para la práctica del fútbol y ante un equipo que en casa solo había perdido un partido, en un momento delicado, con los efectivos justos y conscientes de que no ganar hubiese supuesto volver a los puestos de descenso.
El planteamiento y la dirección de campo de Salmerón fueron de sobresaliente, interviniendo en los momentos precisos y convenciendo a jugadores para desempeñarse a un alto nivel en posiciones poco habituales para ellos.
El próximo domingo, el Badajoz recibirá en el Cívitas Nuevo Vivero al Talavera a las 18:00, con el objetivo de prolongar la buena racha y de volver a sumar de tres para alejarse lo máximo posible del descenso y comenzar a mirar cotas más altas.