Debido a la vasodilatación que se produce con el calor, la tensión arterial puede disminuir y no producirse un riego óptimo de los tejidos. El cuerpo trabaja en condiciones anaeróbicas a menor intensidad que en condiciones normales, lo que produce un aumento de la rapidez a la que sobreviene la fatiga.
Las pulsaciones, ante esta bajada de tensión, se elevarán. Así para una misma intensidad de carrera tus pulsaciones serán más altas que en temperaturas suaves.
A continuación, dejamos unos consejos para entrenar en condiciones de estrés térmico: