Pequeño pero Gastón
Esta tiene que ser una semana de ilusión y expectativa en el seno del CD Badajoz. Debería serlo por el año de revolución que se presenta con la nueva propiedad, lo que conlleva un nuevo cuerpo técnico, con Patxi Salinas a la cabeza, y la plantilla que ha logrado confeccionar el nuevo grupo inversor, que sola ya de por sí genera bastantes expectativas, algo que no ocurrió la campaña pasada en el re-debut en la categoría de bronce.
Quizás este nuevo plantel se pueda comparar con el del Marbella de esa pasada temporada (eso lo sabe bien Ferrón, que viene de allí). Los malagueños quedaron segundos el curso pasado. El hecho de que la gran mayoría de los componentes del nuevo vestuario blanquinegro lleguen tras ser titulares indiscutibles en sus anteriores conjuntos, obliga a la afición pacense a exigir que su equipo al menos compita de tú a tú ante cualquier rival y que no sea menos que nadie sobre el verde.
Por lo visto en los últimos tiempos en el mundo del fútbol, parece más fácil que una plantilla regale a su hinchada buenos resultados que buen juego, y esta es la pinta que tiene el Badajoz de Salinas. Un equipo bien ordenado y sabiendo que los partidos duran 90 minutos, pero sin volverse loco en el juego de ataque.
El test verdadero para comprobar si esto es así o si en cambio la pretemporada ha servido simplemente como engañabobos, llegará a partir del domingo a las 20:00 en el Estadio Villanovense, en el que será también el primer derbi de la campaña. A los pocos futbolistas blanquinegros que quedan del año pasado seguro que todavía les escuece la derrota por 1-0 producida por un tanto de Jacobo recibido en el minuto 90. Este año se enfrentan dos conjuntos totalmente distintos, y el Badajoz debe mostrar su nuevo poderío desde la primera fecha.