¿Se vende?

LA FIRMA – FERNANDO VALBUENA

¿SE VENDE?

O no. Eso lo tendrán que decidir los socios.

Es cierto que el muchacho crece y hay que comprarle traje nuevo. Crece el Club Deportivo Badajoz, gracias a Dios, y, muy en particular, gracias a todos los que se dejan la piel día tras día trabajando desinteresadamente para que así sea. Hasta aquí bien. Lo que pasa es que todos queremos más. Más y ya. Sin esperas ni retrasos. Y si a esa urgencia le sumamos que la directiva tiene bien ganado el relevo, resulta que al agua de mayo le llamamos inversor.

¿Sí o no, a los inversores? Ésta es la pregunta de siempre. Y la respuesta de nuestra gente yo creo que es, en su mayoría, clara y rotunda. No a los que vienen a especular. No a eso que en román paladino llamamos piratas. No a los que vienen a trincar. No. Nunca. No porque tenemos cicatrices. Las que nos dejaron los piratas y las que nos dejaron, incluso, los que, viniendo de fuera, quizá con buena voluntad, jugaron con lo que para nosotros es sagrado. Prometer hasta meter… y el resto ya lo saben.

Es obvio que el Badajoz es una perita en dulce. Un equipo de capital de provincia, con un estadio soberbio y sin un duro de deuda. Para la niña todo son pretendientes. No uno, muchos. Pero la niña es nuestra y no queremos que le hagan daño. ¿Significa eso que recibamos a perdigonadas a los pretendientes? Evidentemente, no. Con prudencia, sí. Lo normal es oír a todo el que quiera contarnos su propuesta. Lo normal, también, rechazarlas todas,… o casi todas.

¿Existe el mirlo blanco? Probablemente, no. Pero no es imposible. Si alguien de fuera, respetando lo que significa el Badajoz, quiere invertir, bienvenido sea. ¿Qué queremos decir con eso de “respetar lo que significa el Badajoz”? Fundamentalmente, permitir que la mayoría del capital (de la sociedad mercantil en que se transformara la asociación presente) siguiera en manos de los aficionados. ¿Sería eso suficiente? No, tampoco. Pero sí imprescindible para seguir hablando. ¿Es compatible la normativa mercantil con los sentimientos de los aficionados? No, no lo es. Ahí está el problema.

El camino iniciado es el difícil, pero también el más limpio. Que no se nos olvide que el fútbol es un deporte. Que ganar o perder es lo de menos. Que el Badajoz es una bandera que nos hermana y que nos cobija. Que aquí debería jugar gente, en su mayoría, de aquí. Que ha costado mucho limpiar la costra de los errores del pasado. Que no importa cuándo, sino cómo. Que aquí estamos los que queremos estar, orgullosos de ser blanquinegros. Y, sobre todo, que queremos que esa bandera siga siendo nuestra y siga limpia.

¿Oír? Por supuesto. ¿Soñar con príncipes azules? También, ¿por qué no?  Pero los pies firmemente afianzados en la tierra, sin vender jamás nuestra alma, blanca y negra, al diablo. Porque queremos seguir soñando cada domingo. ¡Volveremos! Esta directiva lo está haciendo bien. Vamos a ayudarles en lo que sea menester. Y luego, a comprar lotería. Por si acaso.

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1 COMENTARIO

  1. Discrepo: esta directiva gerencia al club como su cortijo particular, y dudo que deje entrar a nadie a levantar alfombras…Tres años les ha costado ascendernos, y ya pasado lo peor, no les sacan ni con agua caliente….¿dónde están las cuentas?

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