Pequeño pero Gastón
Comenzó la temporada del Badajoz en Segunda B y, con ella, regresa un clásico. La afición siempre quiere más y se muestra impaciente por el arranque del conjunto blanquinegro, que no termina de satisfacerla como ella quisiera. El final del verano en Badajoz, casi casi se puede decir, que lo marca el inicio de las críticas hacia plantilla, cuerpo técnico y directiva. El argumento que da sentido a la teoría crítica en esta temporada, son los tres puntos de los doce posibles que ha logrado el equipo en estas primeras cuatro jornadas. A pesar de ello, los blanquinegros continúan fuera de los puestos de descenso.
En este caso, como suele pasar en la mayoría de los aspectos de la vida, no nos podemos quedar con lo simple y debemos mirar más allá. Más que en la clasificación, hay que centrarse en lo visto sobre el campo semana tras semana. Aunque el CD Badajoz tenga un nombre de importante solera por todos los rincones futbolísticos del país, tampoco podemos perder la perspectiva y tener los pies en el suelo. Ahora mismo es un equipo recién ascendido a la categoría de bronce y la permanencia debe ser el objetivo primordial de la presente campaña.
Además del re-debut en Segunda B, el Badajoz ha tenido menos tiempo que casi cualquier otro conjunto para hacer el equipo y preparar el curso, puesto que acabó el pasado nada menos que el día 25 de junio. Es verdad también que, por ejemplo el Écija, que finalizó la temporada anterior ese mismo día, está ahora mismo co-liderando la tabla. Precisamente en San Pablo llegó la único derrota que a día de hoy acumulan los de Marrero. Los tres empates restantes han sido frente al líder Linense, una muy buena plantilla como la del Recreativo de Huelva y El Ejido fuera de casa.
Hay que tener paciencia para poder medir realmente el potencial de este Badajoz. Atendiendo a las sensaciones todo hace indicar que, en cuanto llegue la primera victoria de la liga, llegarán junto a ella todas las demás, pero eso solo se puede producir gracias al tiempo y a la confianza. Para que ese ansiado triunfo ya estuviera en el casillero, a lo mejor lo que hacía falta era un delantero de superior categoría que metiera más de 15 goles por temporada. Ese delantero no puede ser más que una utopía mientras la cifra de abonados no llegue siquiera a 3.500. Lo dicho, la misma historia de siempre…