La pregunta puñetera
La pregunta puede parecer frívola a la par que absurda. Pero la verdad es que ya no sé como poder tener una explicación lógica de porqué no se llena el Nuevo Vivero. O de porqué no es capaz ni siquiera de presentar una media entrada en el coliseo pacense.
Si estando ya en septiembre- cuando mucha gente ha vuelto de vacaciones-, con un día climáticamente más que apacible, ante un rival atractivo y sin la excusa de que Madrid o Barça jugaban, las cifras de público según los distintos medios que cubrieron el encuentro van desde los 3500 que dicen los onubenses, hasta los 5600 de los que se menciona en los pacenses. Los primeros, parecen alejados de la realidad; los segundos, aunque se antojen aproximados, dejan a las claras que, con todas esas circunstancias que rodeaban al encuentro, son susceptibles de mejora.
Ahora comienza el aluvión de interrogantes: ¿Está por debajo de 6000 la afluencia máxima para los partidos del Badajoz en condiciones idóneas? ¿si esta ciudad quiere seguir subiendo categorías, no debería responder-cuánto menos- un poco mejor? ¿Qué es lo que debe hacer el CD Badajoz para atraer a la gente a sus partidos?
Llevo desde el pasado domingo pensando que a lo mejor deberían poner un espectáculo del circo del sol en los prolegómenos del partido, organizar un concierto en el descanso en plan ‘Superbowl’, o poner el encuentro a medianoche e instalar una pantalla gigante para poder ver los resúmenes de Primera División mientras que se ve el partido del Badajoz, como se hizo en aquella inolvidable noche en la que vencieron al Ceuta hace ya más de una década.
Luego también se puede recordar una iniciativa que llevó a cabo Joan Laporta cuando llegó a la presidencia del Barça: dar gazpacho al público antes de entrar al Camp Nou. Fue un regalo del club para incentivar a que la afición acudiera en un horario intempestivo entre semana. A esto hay que añadir que en esos tiempos, la gente había dejado de ir al estadio azulgrana por los decepcionantes resultados que el equipo arrastraba.
Igual esta es la solución. Dar gazpacho antes de los partidos. A lo mejor así se llena tribuna, fondo y hay hasta que habilitar al público por el resto del estadio.
Dejando la frivolidad a un lado, hay que imaginar maneras de acabar con la pereza crónica del pacense que se queja de que su equipo no está más arriba y ni siquiera va al campo ni se abona y erradicar esa percepción tan ridícula de que es imbécil aquel que se gasta dinero en ir a ver jugar al equipo de su ciudad.
Por supuesto que es legítimo pensar que es un buen número para la Segunda B esos 5500 que fueron a ver el partido. Lo que sí que me es difícil de asimilar es que ese puede ser el techo para este equipo en la ciudad. A lo mejor hay que empezar a darle ese ‘gazpacho’ a la gente.
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Cuando yo era pequeño el CD Badajoz estaba en segunda division A. Por aquel entonces jugaban jugadores de la talla de Munitis, Sala, Patri, Moreno, Txutxi…. Y aun existia el Antiguo Vivero.
Como gran iniciativa el Badajoz cedia una gran cantidad de entradas a la Fundacion Municipal de Deportes y ellos lo daban a los alumnos inscritos. Recuerdo gradas enteras de chavales pipa en mano, disfrutando del futbol de segunda A. Mas de uno como era logico arrasteaba a sus padres para echar la tarde en El Vivero.
Con el paso al nuevo Vivero eso se perdió totalmente… Hoy con suerte te encuentras a algun chavalin en la grada (la mayoria son de las categorias inferiores), pero aun se reconocen algunas caras de los que estabamos invitados por la FMD.
Hay que crear aficion desde pequeños, y acercarse a todo aquel interesado en el futbol. Si Mahona no va a la montaña…
Sinceramente 5500 espectadores está muy bien para un equipo de Segunda División B, es cierto que aún puede llenarse más y de hecho creo que a lo largo de la temporada veremos mejores entradas que la de anoche pero no sé que es lo que se espera la gente, el problema quizá sea el enorme tamaño del Nuevo Vivero y el relativo poco interés que hay en la ciudad hacia el fútbol. Como han dicho antes, si se quieren crean hinchas, han de mamar desde pequeñitos el fútbol local.
Sería muy bonito ver a un montón de niños yendo al estadio y además como tienen que ir acompañados de algún adulto, pues dos por uno. Eso sí, con precios especiales para los niños de uno o dos euros.
Según MARCA, en la temporada pasada, el equipo de Segunda B con más aficionados en su estadio fue el Racing de Santander, con una media de 7600 personas. Le siguieron Cartagena (6.800), Extremadura (6.500) y Albacete (6.000). El resto (76 equipos) no superaba los 5.500 de media, la cifra que consiguió el domingo el Badajoz.
Por lo tanto, y a pesar de que estoy de acuerdo con Rodolfo L. en que se debe empezar a crear afición con los pequeños, no me parecen tan malos datos de afluencia. Que se deben seguir mejorando y que sería conveniente atraer más público, sí; pero no son malos, creo.