Pequeño pero Gastón
En la vida hay que ser ambiciosos y exigirse siempre el máximo rendimiento. Es por ello que, una vez logrado el ansiado regreso a Segunda B, el CD Badajoz no debe conformarse con la cifra de socios a los que ha logrado llevar cada semana hasta las gradas del Nuevo Vivero. La ilusión por la histórica victoria en Calahorra, unida al rápido movimiento de la junta directiva al sacar la campaña de abonos a la calle, tan solo dos semanas después de dicha victoria, han llevado a la entidad pacense a colocarse como el segundo equipo extremeño en número de abonados, superando los 3.000 antes del inicio de la liga.
La experiencia de las últimas temporadas nos dice que el Badajoz va a alcanzar, y probablemente superar, la cifra de los 3.500 socios en esta nueva campaña de la ilusión en la división de bronce. El goteo no cesa y lo ideal sería que no parase durante los cuatro meses que quedan hasta diciembre, momento en el que se lanzará la tradicional campaña de abonados para la segunda vuelta. Eso en Badajoz no suele pasar y el botín de un punto de los primeros seis que se han disputado en liga (dejando a un lado las sensaciones) tampoco ayuda.
La refundación de la entidad continúa dejando a día de hoy detalles bastante dulces mirando a las gradas, y hace siete años ya de eso. El número de aficionados ha ido creciendo temporada tras temporada y alcanza en estas semanas el mejor dato de los últimos 20 años. Por aquel entonces, el argentino Tinelli comenzaba una etapa también muy ilusionante pero que acabó de manera desastrosa. Por población, todos tenemos claro que el equipo blanquinegro debería contar con una afición bastante más numerosa de la que cuenta actualmente. Pero, ¿con qué cifra nos tenemos que dar por satisfechos?
Echando cuentas, contando con la población y los aficionados al fútbol que tiene la capital pacense, Badajoz podría completar su mejor campaña de abonados en el Nuevo Vivero con unos 8.000 socios. No es algo ni mucho menos descabellado si atendemos a que hablamos tan solo del 5% de los habitantes de la ciudad más grande de Extremadura.
A la directiva blanquinegra nadie le puede echar la culpa de no haber obrado con profesionalidad ni de no haber conseguido andar gran parte del camino hacia un número de afición bastante decente, pero está claro que algo más se puede hacer. El repunte está muy bien pero no hay que dejar de ponerse las pilas.