Las pacenses vencen al Espanyol y se sitúan a 11 puntos del descenso
Hay algo de fútbol inglés en este Santa Teresa. El entorno de El Vivero incita a pensar en ello. El campo rodeado de casitas unifamiliares de tejado rojo podría pertenecer a cualquier equipo modesto del sur de las Islas Británicas. Precisamente en ese Vivero reformado, el Santa Teresa emplea como nadie un fútbol tan antiguo como efectivo, pura esencia ‘british’. Balones largos, defensa ordenada y máximo rendimiento a balón parado.
El paralelismo se mantiene hasta en los resultados del conjunto dirigido por Juan Carlos Antúnez. Las rojiblancas siguen manteniendo lo que se denomina la ‘media inglesa’, cosechando empates fuera de casa y victorias en campo propio. Ante el Espanyol, siguieron al cien por cien una de las recetas más antiguas del fútbol. Y el plan funcionó.
El 3-1 final se cimentó en una notable segunda parte, los únicos 45 minutos en los que los dos equipos fueron capaces de jugar al fútbol. En la primera mitad, en cambio, apenas rodó un balón que pasó más tiempo fuera del terreno de juego o en el aire que en los pies de las jugadoras.
Sin oportunidades en el primer acto, lo más reseñable fue la lesión de Inés Juan. La central del Espanyol fue arroyada por la portera Norma Méndez cuando ésta se disponía a despejar de puños. El fuerte golpe que sufrió Inés le obligó a ser sustituída, y en su lugar entró Mónica Bacter. Andrea Pereira pasó al eje de la defensa espanyolista, y por ahí vinieron los fallos de marcaje que propiciaron los goles del Santa Teresa en la segunda mitad.
Un penalti. Dos faltas. Tres puntos
Ya en los primeros minutos del segundo acto se vio otra chispa en el Santa Teresa. Mireya, Vania y Estefa intercambiaron por enésima vez sus posiciones y esta vez dejaron a la capitana como referencia en punta de ataque. Chica aumentó su presencia en el centro del campo y se descolgó con más claridad para apoyar a las atacantes. Además, la entrada en el terreno de juego de Carola dio más posesión al equipo local, que encontró el premio en el minuto 67.
Chica recibió un balón en el pico del área pequeña y se escoró hacia la línea de fondo. Aguantó la pelota de espaldas a portería y allí recibió la patada de una defensora del Espanyol. García Gómez no lo dudó y señaló penalti. Tampoco dudó Estefa en el lanzamiento. Fuerte y a la izquierda de Norma para hacer el 1-0.
Solo tres minutos después llegaría el segundo tanto. Marisa sacó con mucha potencia una falta frontal al área desde tres cuartos de campo que la defensa perica no acertó a despejar. Una de las torres del Santa Teresa, Joana Arranz, aprovechó las dudas entre Norma y Andrea para llevarse el balón por fuerza, primero, y anotar después el segundo de la tarde a puerta vacía.
Con el 2-0 el partido parecía prácticamente sentenciado, pero el Espanyol acortó distancias en una jugada embarullada. Un fallo en el despeje dejó un balón franco para Gloria Pelegrí, cuyo disparpo fue detenido por Bea. El segundo disparo fue repelido por Chica, pero el tercer remate, obra de Paloma Fernández, se acabó colando en la red local en el minuto 80.
Los fantasmas de las remontadas sobrevolaron por momentos El Vivero, pero el Santa Teresa tiró de raza para asegurarse los tres puntos. En el 86, una falta lateral botada por Marisa se fue envenenando hasta encontrar puerta. Con el marco vacío tras la mala salida de Norma, Estefa empujó el balón sobre la línea de gol para hacer el 3-1 y sentenciar el partido. Con ese tanto, la jugadora pacense se coloca con diez goles, séptima en la tabla de máximas anotadoras de la Primera División Femenina.
Tras el 3-1 comenzó el carrusel de cambios y el partido se acabó, sin tiempo siquiera para un último arreón espanyolista. El Santa Teresa venció a balón parado, sufriendo y tirando de oficio, pero los tres puntos se quedaron en El Vivero. Tras el choque, de camino a la sala de prensa, Estefa resumió la esencia de la victoria: «Vaya sufrimiento. Parecemos el Atleti».