Los campos federativos de La Granadilla recibirán el nombre del legendario jugador pacense
La ciudad de Badajoz ya tiene una deuda saldada con su historia. Al menos con una parte muy brillante de ella. Eusebio Bejarano Vilaro (Badajoz, España, 6 de mayo de 1948) jugaba como defensa. Durante once temporadas jugó en el Club Atlético de Madrid, con el que disputó un total de 223 partidos, y ganó tres Ligas, dos Copas del Rey y una Copa Intercontinental. Eusebio dio sus primeros pasos en el mundo del fútbol en un equipo de base de su ciudad natal, el Júpiter, de la barriada pacense de La Estación. De allí pasó a las categorías inferiores del C. D. Badajoz, donde fue progresando hasta llegar al primer equipo.
En febrero de 1968, a punto de cumplir los veinte años, fichó por el Club Atlético de Madrid, equipo en el que debutó al inicio de la siguiente campaña, la 1968/69, y donde permaneció durante un total de once temporadas, hasta el final de la 1978/79. Fichó entonces por el Real Sporting de Gijón, aunque una lesión de rodilla le impidió disputar partido alguno con el conjunto asturiano. Regresó a su ciudad natal para retirarse en el Badajoz.
Con el Atlético de Madrid disputó un total de 223 partidos, además de conquistar seis títulos: tres Ligas, dos Copas del Rey y una Copa Intercontinental.
Todos coinciden en sus grandes valores
En un solemne acto que suponía el cambio de denominación (Campos Federativos La Granadilla), su anterior onomástica, a los de Eusebio Bejarano, los actuales. Ante tal ocasión no quisieron faltar la directora general de Deportes del Gobierno de Extremadura, Conchi Bellorín, el presidente de la Federación Extremeña de fútbol, Pedro Rocha, u otros representantes de la federación Ángeles Aguilera.
La placa de la que el propio Eusebio retiró la bandera extremeña para proceder a su inauguración rezaba la inscripción: «Soy un extremeño humilde agradecido a la afición extremeña por su generosidad hacia mi persona». Además, el que fuera zaguero durante muchos años en el Vicente Calderón, se acordó de sus nietos, quiénes actualmente están en Estados Unidos, y espera que ellos «puedan jugar algún día en este campo». Siempre humilde, se mostró además agradecido por la posibilidad de poder aportar el bautismo a las instalaciones: «es un honor que el fútbol extremeño se haya acordado de mí».
El presidente de la Federación Extremeña, Pedro Rocha, también se mostró orgulloso de Eusebio durante el acto: «Creo que todos nuestros deportistas deberían mirarse en el espejo de Eusebio«. Además, Rocha concluyó señalando cuáles eran esos valores:»Su prudencia, humildad y trabajo serán un ejemplo para todos».
A partir de ahora, todos los jóvenes que jueguen en estas instalaciones, conocerán, respetarán, y posiblemente idolatrarán la figura de esta personalidad tan importante para el deporte de Badajoz y de Extremadura.