A pesar de adelantarse en el marcador, las pacenses no pudieron con una Real Sociedad que, con una gran segunda parte, dio síntomas de gran equipo.
Llegaba a las instalaciones municipales de El Vivero una de las sensaciones de este arranque liguero, la Real Sociedad, que aún no conocía la derrota. El Santa Teresa, por su parte, se presentaba tras un viaje inútil a tierras valencianas.
Y el inicio de partido no pudo ser mejor. Apenas llevábamos tres minutos de juego y las de Juan Carlos Antúnez ya se adelantaban en el marcador. Chica, desde el punto de penalti, aprovechaba un gran servicio de Estefa y mandaba el cuero al fondo de las mallas. Pero el Santa no se conformó y fue a por más. Así, otra vez Chica y Mireia obligaron a la portera Mariajun a emplearse a fondo para evitar que se ampliara en el marcador.
Tras estos serios avisos de las pacenses, la escuadra txuri-urdin despertó de su letargo y empezó a hacerse con el dominio del juego. Poco a poco, se fue adueñando del balón y obligó al Santa Teresa a replegar líneas, llegando con peligro al área gracias, en parte, a una gran Leire Fernández. El primer susto lo daría Manuela, con un zapatazo que sacó Mimi in extremis con el pie. Cuando todo indicaba que se llegaría al descanso con ventaja local, Iratxo, en el 43’, se sacó de la manga un derechazo a la escuadra al que Mimi solo pudo mirar y aplaudir. El Santa era sorprendido y el marcador reflejaba tablas.
En los segundos 45 minutos, el dominio realista se acrecentó. Las pacenses no se habían recuperado del jarro de agua fría que había supuesto el empate y no estaban para nada acertadas. No obstante, la Real Sociedad no se acercaba con demasiado peligro a la portería de Mimi.
Sí que lo harían en el minuto 28, cuando Nehikane, con una espectacular chilena, ponía el 1-2 en el marcador y silenciaba a la afición local. Tras el tanto de la remontada, el Santa se estiró y adelantó el equipo, con la entrada al campo de Nati y Fátima Pinto, pero apenas pusieron en apuros a Mariajun.
La sentencia llegaría en el 43, tras un centro de María Díaz que se envenenó y que acabó suponiendo el 1-3. El tercer gol zanjó todas las esperanzas locales, que veían como el partido moría y los tres puntos volaban hacia territorio vasco.
Juan Carlos Antúnez y sus chicas podrán resarcirse dentro de siete días, en su visita al Oiartzun, conjunto que suma los mismos puntos que las pacenses.
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