El día de la marmota (0-0)

Lance del encuentro entre CD Badajoz y Extremadura. POL GARCÍA

Badajoz y Extremadura firman tablas sin goles por cuarta veces consecutiva

El derbi de la cordialidad no pudo hacer más honor a su nombre. Tanto fuera como dentro del campo, ambos conjuntos se trataron como iguales, y la prueba de ello fue que azulgranas y blanquinegros volvieron a igualar guarismos una vez más(y ya van cuatro).

Todo comenzó en los prolegómenos, donde los más pequeños tuvieron su momento de diversión en el I Día del niño, en el que disfrutaron de las fanszone, y de las distintas actividades. Después llegaría la convivencia de aficiones previa al encuentro, en el que pacenses y almendralejenses quedarían hermanados en una reunión de personas que aunque apoyaban a distintos colores, tenían un deseo un común:  pasarlo bien.

El Badajoz sufrió al principio

Dentro del encuentro, el  Extremadura comenzó mucho más intenso el encuentro que el  Badajoz y mordiendo en las líneas más avanzadas del campo rival. Pese a que ese dominio no se tradujo en ocasiones, lo cierto es que los locales no estaban cómodos y tenían que sacar el balón mediante envíos largos teniendo que renunciar a su habitual juego en corto.

Tras un amago de aviso de los azulgranas, serían los pacenses quiénes llamarían a la puerta del gol. Una de las muchas internadas de Chechu acabó siendo prolífica, y Gándara puso en el larguero la primera ocasión clara de la tarde.

La réplica de los de Almendralejo llegaría unos minutos más tarde gracias a un buena intervención de Sergio Arenas a un lanzamiento desde fuera del área, que acabó siendo invalidado por fuera de juego.

Carreño, inédito hasta el momento, puso el «uy» en la grada con un remate que salió desvíado por poco por encima del marco defendido por Saavedra.

Poco a poco, el Badajoz se iba viendo más suelto, y comenzó a tocar y a llegar con mayor asiduidad. Abraham se abastecía de uno de estos balones, pero el cuero terminó en las nubes.

La primera mitad acababa con un pacto de no agresión entre los dos contendientes, haciendo  bueno ese tópico del fútbol que dice «no pierdas en cinco minutos lo que no has ganado en cuarenta», por lo que el resultado gafas fue el que se produjo antes del descanso.

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Jugada polémica del encuentro. POL GARCÍA

Palos, paradones, y ocasiones

El segundo acto del encuentro fue un intercambio de golpes, en el que el Badajoz a ratos sufrió lo indecible, y en otras, sin embargo, pudo llevarse el encuentro.

Los de De Paula tendrían una en la cabeza de Chechu, que salió muy centrada, tras un medido centro desde la izquierda, otro remate de Gándara, que acabaría siendo atrapada por Saavedra, con una posterior tángana. Más tarde llegaría la más clara: Abraham Pozo saca astillas al palo, para que Carreño con un remate posterior acabara mandando su remate mansamente a las manos de del meta de Almendralejo.

En el bando visitante, la entrada de Ruano fue elemental para castigar la banda izquierda de los pacenses, con exquisitos controles y precisos centros que hasta en tres ocasiones fueron rematadas por atacantes azulgranas con más «punch» que la defensa local. Finalmente, unas veces por faltas de puntería, otras por acierto de un inspirado Arenas.

El encuentro acabó en tablas, una vez que bajó en demasía la intensidad de un encuentro en el que en el último tramo los dos púgiles no querían ver truncado su camino hacia el liderato.

Tras el choque, el entrenador del Extremadura UD, Juan Marrero, tuvo claro que su equipo mereció más: «Si esto fuera un combate  a los puntos, ganaríamos nosotros». Por su parte, Óscar De Paula, del CD Badajoz, lo tiene claro: «de este partido salimos muy reforzados.

El Badajoz tendrá el complicado reto de ir entre semana a visitar al Don Benito para terminar viajando a Valdivia. Asimismo, el Extremadura tendrá que recibir la complicada visita del Arroyo.

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