El Badajoz se llevó la Copa Federación ante el Don Benito tras una primera parte de máxima igualdad, y una segunda en la que supieron aprovechar su oportunidad
Comenzó el encuentro de manera esquizofrénica entre ambos equipos con el gol del Badajoz apenas se había cumplido por mediación de un Nando Copete que se mostró más atento que nadie, y supo sacar partido a la sucesión de rechaces y al desconcierto que se produjo entre el meta y la defensa calabazona para adelantar a los pacenses.
El empate de los de Emilio Sosa no se hizo esperar, pues logaron establecer el equilibrio de fuerzas con un magistral libre directo botado por Cristo, su killer, en el que Sergio Arenas no pudo hacer nada pese a su buena estirada.
El Don Benito se sintió reforzado con la rápida reacción al gol tempranero del rival, y prolongó su dominio durante una buena porción del primer tiempo, en el que nuevamente el meta manchego de los blanquinegros fue puesto a prueba, y pudo evitar que los visitantes hicieran efectiva la remontada.
Cuando el Badajoz supo sacudirse el dominio del equipo de las Vegas Altas, puso el peligro en numerosas ocasiones en la portería rival, gracias al buen hacer de Abraham Pozo, quién volvió a erigirse como líder del equipo, y quién con su zurda, trató de volver a dar la ventaja a los suyos.
La primera mitad acaba con un planteamiento conservador para no perder en cinco minutos lo que habían ganado en cuarenta, por lo que acabó en tablas.
Tras el gol, todo cambió
El Don Benito tenía la difícil misión de ser el mismo que sorprendió en la primera mitad. Y empezó a desviarse de este camino con el cambio de planteamiento que se ubicó en el dibujo de Emilio Sosa. Por si fuera poco, el Badajoz ayudaría a que el sueño calabazón se marchara aún más lejos gracias a una genial jugada entre los dos laterales que acabaría en gol de Chechu a pase de Javichu, con prolongación involuntaria de Carreño incluida. El 2-1 a los cinco minutos de la reanudación, volvería a dibujar un escenario favorable de los locales, ante un conjunto que tardó demasiado en ser el del primer acto de partido.
Los minutos fueron avanzando, los cambios sucediéndose; cuando el timón del partido nunca llegó a ser uno sólo. El Badajoz dio un paso atrás con el ingreso de sus dos hombres contragolpeadores: Adri, y Juanito. Además, Abraham Pozo, sería uno de los sacrificados por De Paula, lo cual no gustó nada al de Pueblonuevo.
El Don Benito, por su parte, quemó naves con cambios como el de Ángel Gutiérrez por Óscar, yendo definitivamente a por el partido. Aunque no logró hacer un acoso efectivo sobre la portería rival, sí que llegó a inquietar por momentos la meta defendida por Sergio Arenas, aunque fueran más sensaciones de peligro que ocasiones en sí.
Celebración en el césped
El Badajoz se llevó finalmente el trofeo, después de un final en el que por momentos parecían pedir la hora. Llegó finalmente el triple pitido de Morillo Cotano, que decretaba como triunfadores del torneo a los pacensese. Tras ser premiados, árbitros, y jugadores, Copito levantó la copa junto a Borja Sánchez, y esta fue también «paseada» por jugadores, algunos miembros del cuerpo técnico, directivos, e incluso también algunos aficionados.
El Badajoz se lleva el primer trofeo tras su refundación, se lleva un buen pellizco económico, y además, la posibilidad de disputar la fase nacional, que en muchos casos llega a ser más castigo que premio.
Las fotografías del encuentro, aquí.
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¡Muy bien, Don Luis, por la crónica bastante objetiva! Pero los medios deberían insistir en que los técnicos, ordenan un juego de muchos pases atrás a la defensa, y ésta al portero, por lo que se pierde mucho tiempo en los partidos, y es peligroso ante una contra que ya no tenga remedio, porque se agotan los tiempos.