PREVENCIÓN DE LESIONES CON EL HIELO

El hielo puede ser utilizado para prevenir lesiones, en especial aquellas relacionadas con los microtraumatismos constantes que padece cualquier deportista en su profesión, o aquellas personas que realicen grandes esfuerzos musculares, estando especialmente indicado en las piernas. Algunas de los problemas que nos pueden ayudar a prevenir o mejorar son por ejemplos: calambres, contracturas, fatiga muscular… siempre vendrá bien utilizarlo antes de los masajes de descarga por ejemplo.

Una manera puede ser la siguiente, si realizamos grandes esfuerzos puntuales que afecten mucho a las piernas como maratones, podremos utilizar el masaje con bolsas de hielo en ambas piernas después de finalizar el mismo y de haber estirado correctamente, es decir una vez que la temperatura del cuerpo se ha normalizado progresivamente mientras estiramos.

Si además entrenamos muy a menudo o jugamos partidos todos las semanas se pueden utilizar baños de inmersión en agua con hielo a las 24 y 48 horas después del partido, previendo que descansaremos al menos un día después del mismo, la temperatura es variable debiendo estar alrededor de 5 grados, aunque esto solo es orientativo ya que varía ligeramente de un estudio a otro, respecto al tiempo, la directriz general no suele superar los 10 minutos.

Hay estudios que sostienen que los baños de inmersión pueden mejorar algo el rendimiento, se han realizado sobre todo en corredores, pero a la vez existen otros que defienden lo contrario, lo que si defiende la mayoría es que puede tener efecto sobre la fatiga muscular y las molestias musculares propias del deporte,  sobre todo a medio plazo.

TRATAMIENTO DE UNA LESIÓN ESTABLECIDA.

Si sois deportistas como si no lo sois, estoy seguro que alguna vez habréis sufrido la muchas  veces mal llamada «tendinitis», se tiende a pensar que aparece por un mal gesto repentino, un mal movimiento, pero en el fondo en la mayoría de los casos existen una postura, un mal gesto repetitivo, una mala técnica, un sedentarismo… que es la base del problema.

Todos estos factores producen un daño continuo al tendón afecto, si bien, siempre se empieza por una tendinitis que es el primer paso, es decir una fase inflamatoria que no es más que un aviso del tendón que nos dice que lo sometemos  a mucha carga,  el cuerpo empieza a repararlo y parece que a los 3-4 días se nos ha pasado el dolor, a partir de aquí el termino tendinitis no tiene cabida pues hace referencia a este proceso inflamatorio que ya acabo.

Bien, como no nos duele volvemos a realizar la vida normal, que ocurre la realidad es que el tendón está en pleno proceso de reparación y no le hemos dado tiempo a repararse correctamente, y de repente al cabo de un tiempo volvemos a tener la molestia, pero no le damos importancia, nos decimos es una tendinitis, pero ya no hablaríamos de tendinitis si no de un proceso crónico que viene dándose desde la tendinitis original, esto se conoce de forma general como tendinopatía.

Os cuento esto porque el hielo o la crioterapia nos resultan muy útil a la hora de tratar estas reagudizaciones en los primeros 3 o 4 días, nos ayuda a controlar el dolor y la inflamación pero no podemos olvidar que  el problema de base es otro.

Con este artículo acabo de momento con los distintos usos del hielo, en futuros artículos hablaré más sobre tendinitis y tendinopatía.  Espero que os hayan sido de utilidad estos consejos

Fuente foto: Ftotciclisme.blogspot.com

Redactado por: Juan Carlos Mandly

juan carlos

 

Autor

DEJA UNA RESPUESTA

Please enter your comment!
Please enter your name here

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.