La UBP se juega todo a una carta en Villafranca. Sábado 19:30h. En la ida cayeron 21-25. Cristo, Arestizábal y Kiki, bajas verdes.
Llegó el momento de coger al toro por los cuernos. El mayor de los retos a cuantos se ha enfrentado la UBP se llama Villafranca, y tiene a sus jugadores con la palabra «remontada» tatuada en su mente. El partido de la ida no fue del todo bueno, pero los chicos están concienciados de qué debe y que no debe hacerse para superar un rival que hizo valer su superioridad, y que se lleva un enorme resultado de cara a la vuelta.
Además, tienen que pensar que es un rival que le ha ganado las cuatro veces que ambos se han enfrentado, y por tanto deben ir con la lección bien aprendida de partidos anteriores, y porque es un equipo que se mueve bien en situaciones dónde no es favorito. El año pasado llegó a la final de copa contra todo pronóstico, y en la presente temporada también dio la campanada imponiéndose al Plasencia en la final de la supercopa. Sin duda esta empresa es harto más difícil de superar dado los cuatro goles de desventaja, y el hostil ambiente de la localidad villafranquesa, pero cosas más raras se han visto en el mundo del balonmano.
Para este partido, los verdes no podrán contar ni con Cristo Facenda, ni con Kiki Salamanca, a los que se une Fran Arestizábal con un dedo roto, y con alguna que otra duda. Además, se ha fletado un bus con salida a las 16h desde Tubasa por 5 euros a los socios, y 10 a los no socios.
Para quién piense que no se puede creer en este equipo, que escuche las declaraciones previas al partido en este montaje sonoro.