Otro mal partido de los de Requena en un encuentro que era clave para afrontar con la moral por las nubes los encuentros dificilísimos que les quedan (Getafe – Atlético de Madrid – Diocesano – Unión Adarve).
Tras realizar dos buenos encuentros antes Leganés en casa (1-1) y Alcorcón a domicilio (4-2), otra vez volvió a verse la mala imagen en las filas blanquiazules. Era, posiblemente, el partido más importante de la historia del Don Bosco, ya que se aferraban a éste para intentar lograr la salvación.
Jugándose lo que se jugaba cada equipo, se vieron dos versiones distintas en cuanto a ganas, compromiso y lucha por llevarse los 3 puntos. Por una parte, el Puente Castro, sabía que si se llevaba la victoria en tierras pacenses, tendría muchísimas posibilidades de salir del farolillo rojo y dejar al Don Bosco a 4 puntos. Pero por otra parte está el conjunto de Paco Requena, se jugaba algo más que los de León por el hecho de estar situados debajo de ellos en la clasificación.
Así el Puente Castro se adelantó en el marcador a mediados de la primera parte tras recoger un rechace que rebotó en el palo (0-1), se mascaba la tragedia en El Vivero. Así se llegó al descanso.
Tras la reanudación se vieron los mejores minutos del Don Bosco, así llegó el gol de Guille tras un libre indirecto dentro del área por una cesión. Pero pocos minutos después el capitán del equipo entrenado por Paulino, realizó una obra de arte clavando una falta directa por la misma escuadra.
Con el marcador de 1-2 se llegó al final del encuentro, victoria muy celebrada por jugadores, cuerpo técnico y algunos aficionados del club leonés. La otra cara de la moneda fue la cara de desesperación de algunos de los jugadores del Don Bosco, que ven cómo se ahogan poco a poco en la clasificación a medida que las oportunidades pasan. Aún no están descendidos, lucharán y se dejarán el alma hasta que las matemáticas lo impidan.
