Primero las chicas se quedaron sin play off (23-27), y luego los chicos obtuvieron un mal resultado para la vuelta en Villafranca(21-25).
No pudo ser. La fortuna no estuvo en este 16 de marzo de parte del equipo pacense. Desde bien temprano se rompía Isa Pintor, una de las mejores lanzadoras del equipo de Gonzalo Falcó, quedando el equipo aún más mermado si cabe, ya que sólo disponían de una jugadora de recambio.
La primera parte fue un toma y daca entre Paideuterion y UBP, con alternancia de marcadores, y con una más que notable actuación de ambas porteras, Esperanza y Ana Belén,lo que provocó que un igualadísimo partido llegara en tablas al descanso (11-11). Destacaba la presencia de las chicas del Villafranca en la grada, quienes animaban al Padu, ya que si puntuaban las verdes, ellas quedarían fuera de la fase de privilegio.
Tras un corto descanso, la segunda mitad fue en la que las locales pagaron un gran desgaste físico, y la diferencia de efectivas sobre la cancha, especialmente en el primer tramo de la misma, que es cuando las cacereñas comenzaron a ampliar su renta respecto de las pacenses. En el último cuarto de hora, las de Gonzalo Falcó se acercaron en el marcador, pero nunca llegó a producirse una igualdad que hubiera hecho que el equipo pacense quedara entre las cuatro primeras. Faltó poco, pero no pudo ser.
Al acabar el encuentro, Gonzalo Falcó, entrenador de las féminas, declaró que «Empezó mal la mañana con una lesión. Ha sido un querer y no poder pero ha habido opciones reales». Las chicas verdes quedan fuera del play off en una aciaga temporada marcada por las lesiones y la mala suerte.
La esperanza quedaba puesta en los chicos. Los de Margareto podrían arreglar una mañana que se había torcido por la derrota de las chicas. El vallisoletano no escatimó en recursos para intentar tumbar a los de Cidoncha. Pero los de Villafranca querían contestar desde el principio a la pregunta de porqué habían sido campeones de la fase regular.
La primera parte comenzó con cierta igualdad, con un marcador que mostraba alternancia de ventajas entre unos y otros, que terminó rompiéndose en favor del más fuerte, el Villafranca. Los visitantes lo hicieron fácil, se encomendaron a una defensa invulnerable, y aun inspiradísimo Cadaval, que fue un verdadero espectáculo parando balones. Con un mayor acierto, y con una férrea línea en la zaga, los amarillos consiguieron marcharse al descanso con una ventaja de 12-16.
Tras el intervalo, los de Margareto lo siguieron intentando, pero la tónica seguía siendo exactamente la misma a la del primera mitad, voluntad férrea de los verdes por ganar, pero se seguía topando con un muro que no escatimaba en físico para repeler los ataques locales. Además los de Villafranca tenían muchas facilidades para marcar casi en su llegada, lo que hizo imposible la remontada unionista. En estos segundos treinta minutos, Tony intentó tirar del equipo en el ataque, y Juanpe también evitó que el marcador fuese aún más catastrófico para los pacenses. Pese a ello, la Ubp logró ponerse en numerosas ocasiones a dos puntos del cuadro amarillo, pero como el partido era cuestión de pegada, de esto los de Cidoncha van más que sobrados. El marcador final registró un 21-25, que hará apelar a la épica en un infernal ambiente de Villafranca. En el otro partido de la semifinal, el Tierra de Barros sí que se hizo fuerte en casa, y derrotó 29-27 al Sanesco.
Tras el partido, Rafa Margareto esgrimió que «Jugábamos ante un equipo muy serio. Hemos pagado caro nuestros errores. A veces las cosas no salen», y además, ya pensando en la vuelta, declaró «Daremos la cara en Villafranca como la hemos dado siempre. Iremos a pasar a la final».