Alrededor de 600 personas demostraron que les gusta el voleibol de esta ciudad. El Hotel Río, pese a la derrota ante Melilla aún sigue líder.
Cualquier persona que la tarde-noche del pasado sábado se diera cita al pabellón de Las Palmeras pensará que el fútbol está sobrevalorado, que en esta ciudad se comulga más con la fe del volley, que con cualquier otra que se profese, que las casi 600 almas que abarrotaron el pabellón (donde también había representación visitante), se dejaron la garganta, los brazos y toda su alma en hacer del recinto pacense una caldera más propia de países del este, que de una humilde ciudad como la de Badajoz.
Se llevaban varios días preparando la cita, y esta no defraudó, ya que desde el primer hasta el último punto, los doce jugadores que participaban en cada jugada no daban ni un solo lance por perdido, y cada saque, cada recepción era una oportunidad para ver que lo que ambos se jugaban aquí no era pecata minuta.
El primer set se lo apuntaron los pacenses de manera convincente los de Carlos Iglesias (25-20), donde fueron durante casi todo el transcurso del mismo por delante. La buena recepción del cuadro local, unido a unos inspirados Nogal-Friser en la definición pusieron el 1-0 tras el primer asalto.
El segundo y el tercero sirvieron para ver al mismo tiempo todo el potencial desplegado por un equipo lanzado como Melilla-10 victorias seguidas le contemplan- y donde Cosme Prenafreta y los suyos pusieron toda la carne en el asador, y también para observar como el fulgurante arranque de los naranjas se iba diluyendo poco a poco. Pese a ello, y a que el Melilla ganara ambos sets, el Badajoz siguió metido en el partido, y vendieron muy caro estos dos tanteos (22-25 y 23-25).
Lo mejor estaba por llegar. Con el Hotel Río contra las cuerdas, y con los de Salim Abdelkader desplegando su mejor juego, llegó el ataque de raza y de casta de unos chicos que se negaban a regalar fácilmente el tercer y definitivo set a los norteafricanos. Entonces, fue cuando se vio a los dos conjuntos rodar por la pista para no dejar que el balón cayera al suelo, fue cuando ambos equipos defendían con todas sus fuerzas y atacaban con todo su ímpetu. Los pacenses lograban forzar el tanteo de desempate tras un apoteósico cuarto set.
Y entonces llegó la ruleta rusa. Ninguno de los dos quería perder. El Melilla estaba demostrando que era un equipazo, y que no había llegado hasta aquí por mera casualidad, mientras que los de Carlos Iglesias sacaban fuerzas de donde no las había para llegar a los quince puntos antes que su rival. Este último juego comenzó con la alternancia de marcadores, hasta que el Hotel Río parecía que conseguía ponerse ligeramente por delante antes de la última interrupción (11-9) para que ambos entrenadores dieran las últimas instrucciones del partido. Fue entonces, cuando, con ambas aficiones entregadas, y con un CPV que parecía cada vez más fatigado, el Melilla dio el arreón final, y consiguió hacerse con el partido anotando en su cuenta el último set por 12-15.
Tras el partido, el entrenador del Melilla, Salim Abdelkader declaró que «sin duda alguna el partido más difícil que hemos jugado esta temporada, pensé que el partido se nos iba de las manos cuando lo teníamos controlado, pero ganar así ante un rival tan bueno, nos sabe mejor»
Por su parte, el entrenador del Hotel Río, Carlos Iglesias esgrimió que «Lo único que hoy puedo hacer es dar las gracias a mis jugadores. Se han reventado jugando, y han echado el resto, unas veces se gana y otras se pierde, y hoy nos ha tocado perder.»
A falta de una jornada para el término de la liga, el Hotel Río ya ha disputado todos sus partidos, y llega a esta última fecha como líder de la competición. Melilla, Recuerdo y Valladolid tendrán que jugársela en la última jornada.
Aquí las fotos del partido por Rober González @ruabba
08/03/2014. Fotografías de Rober González @Ruabba
Publicado por Badajoz Deportes en Domingo, 9 de marzo de 2014