Los trabajadores de la Federación Extremeña de Fútbol, en huelga desde ayer lunes 18 de marzo por el adeudo de siete nóminas, desean expresar diversas consideraciones sobre algunos asuntos de actualidad relacionados con la problemática que vive el fútbol extremeño.
En primer lugar, queremos mostrar nuestro escepticismo ante los rumores que apuntan a una posible organización de las competiciones previstas para este fin de semana por parte de agentes externos a esta Federación. Queremos dejar muy claro que no damos ningún tipo de credibilidad a estos rumores, básicamente porque nos cuesta creer que existan personas con suficiente bajeza moral como para boicotear una huelga convocada única y exclusivamente para denunciar nuestra situación de emergencia económica. El proceso de huelga que hemos iniciado es un derecho que nos corresponde como trabajadores y que además ha sido secundado por el cien por cien de los empleados de la empresa. Desde el punto de vista legal, ese derecho no puede ser cercenado en forma alguna por personas o colectivos ajenos a la Federación Extremeña de Fútbol. Viniese de donde viniese, cualquier intento externo de organizar las competiciones para el próximo fin de semana no sería admitido como oficial por los trabajadores de esta territorial. Es por eso que volvemos a pedir el apoyo y la colaboración de todos los estamentos futbolísticos de la región, rogándoles que no se dejen embaucar en ningún tipo de simulación que pudiera adulterar el normal desarrollo de las competiciones.
Tal y como informamos en nuestro anterior comunicado, los empleados de esta Federación hemos extinguido todas las negociaciones previas antes de llegar a este punto. La huelga era algo que no deseábamos, entre otras cosas por éramos y somos muy conscientes del grave perjuicio que se ocasiona a personas que no tienen ninguna responsabilidad en la difícil coyuntura que atravesamos. Si definitivamente hemos decidido tomar este camino ha sido porque literalmente no podemos aguantar más y porque además nos parece la única manera de llamar la atención para que los responsables de la empresa y el resto de entidades implicadas arreglen de una vez por todas nuestra situación. Boicotear esta huelga sólo serviría para prolongar los graves problemas instalados en la Federación Extremeña de Fútbol. Debido a sus enormes proporciones, estos problemas requieren de una urgente intervención por parte de las autoridades políticas y deportivas. En nuestra opinión, este conflicto ha de ser observado desde una perspectiva más amplia, asumiendo en primer lugar que las fórmulas para resolverlo no pasan por un simple retoque. Si hemos de tocar fondo y empezar desde cero, que así sea. Estamos convencidos de que las soluciones, sean las que sean, están mucho más cerca con la ayuda del fútbol extremeño.
Por último, nos gustaría informar de que una delegación de estos trabajadores tiene previsto reunirse mañana miércoles 20 de marzo con el Director General de Deportes del Gobierno de Extremadura, Antonio Pedrera. El motivo de este encuentro no es otro que el de transmitirle en primera persona los problemas laborales que nos han llevado a convocar esta huelga, así como solicitarle su colaboración en las gestiones que puedan ayudar a desbloquear toda esta situación. En este sentido, nos gustaría recordar que a día de hoy y a pesar de los repetidos intentos por ser atendidos, no hemos recibido ninguna respuesta por parte de la Real Federación Española de Fútbol. Dadas las circunstancias en las que nos encontramos, cuesta entender cómo la máxima autoridad del fútbol español, a la que eximimos de cualquier responsabilidad sobre nuestra deuda salarial, no ha tenido al menos la deferencia de escuchar las súplicas de este grupo de trabajadores.
En Badajoz, a 19 de marzo de 2013