Iñaki Alonso tiene mucho trabajo por delante. El flamante técnico blanquinegro se sentó por primera vez en el banquillo del Badajoz este domingo en el choque ante el Navalcarnero y, aunque se percibió su mano durante los primeros minutos del partido, el equipo se fue cayendo progresivamente antes del descanso y no consiguió levantarse para acabar cayendo 3-1.
Un tanto de Borja López en el 21′ de partido confirmaba el buen momento de juego de los pacenses, pero un error de Adri Carrasco antes del descanso supondría el penalti con el que el Navalcarnero igualó el choque. En la segunda mitad, otro fallo de Cordero propiciaba el segundo gol de los madrileños y un contragolpe concedido antes de la hora de partido pondría el 3-1 final en el electrónico.
Pocas novedades introdujo Alonso en su primer once titular. Narváez se mantuvo en la meta al igual que Cordero en el lateral zurdo. Debido a la lesión de Moisés García, Núñez fue el futbolista elegido para acompañar a Borja López en el eje de la zaga con Fran Grima en el carril diestro.
La sala de máquinas fue para Jou y Petcoff con Manchón por delante ejerciendo como mediapunta. La banda izquierda la ocupó Adri Carrasco, la derecha Jurgi Oteo y la punta de ataque Carlos Cinta.
A pesar de que no hubo muchas novedades en el equipo inicial, la mano de Iñaki Alonso se notó desde los primeros compases del partido. La intensa presión en la primera fase de salida de balón del Navalcarnero propició una innumerable cantidad de recuperaciones para los pacenses en campo rival.
Además, el Badajoz mostró una consistencia poco vista en los anteriores encuentros. El bloque permanecía más compacto, tanto a la hora de defender los ataques visitantes como en los momentos en los que el equipo tenía que bascular.
La buena actuación blanquinegra iba a provocar la primera acción peligrosa del partido. Carlos Cinta recibía en área rival y lograba hacerse el hueco para sacar un disparo que el guardameta navalcarnereño mandaba a córner.
La solidez del conjunto blanquinegro iba a dar sus frutos en el minuto 21. Borja López cabeceaba al fondo de las mallas una bola puesta desde la esquina por Adri Carrasco para poner en ventaja al conjunto blanquinegro, que había hecho méritos para ponerse por delante.
Con el transcurso de los minutos, el Navalcarnero fue creciendo poco a poco en el encuentro coincidiendo con un ligero bajón en la intensidad blanquinegra. Varias llegadas peligrosas acumularon los hombres de José Portillo que, aunque no concretaban el remate, causaban sensación de peligro.
Aprovechando esta inercia positiva iba a lograr igualar el marcador el conjunto madrileño. En el minuto 41, Rivas iba a transformar una pena máxima que había cometido Adri Carrasco para poner el 1-1 en el luminoso. Narváez adivinó la dirección del lanzamiento pero no pudo llegar a detenerlo.
La mejoría del conjunto local contrarrestó con el bajón de forma del equipo de Iñaki Alonso, que en los últimos minutos de la primera mitad pasó demasiados apuros. El descanso le llegó en el momento idóneo a un Badajoz que realizó una gran primera media hora y unos pobres quince minutos restantes.
La misma dinámica presente en el final de la primera parte imperó al inicio de la segunda. El Badajoz siguió atravesando un bache en su juego que acabaría pagando caro. En el minuto 48, el Navalcarnero remontaba el partido.
Guti, que segundos antes del gol había realizado una excelsa jugada que le acabaría sacando Narváez, lograba hacer el 2-1 tras aprovecharse de un deficiente despeje de Cordero al punto de penalti. El Badajoz pagaba caro su desconexión.
En vistas del momento que atravesaba su equipo, Alonso movió el banquillo antes de llegar a la hora de juego. Castri y Toscano sustituyeron a Petcoff y a Jurgi con la clara intención de meter más ritmo y mayor presencia ofensiva.
La caída en picado del Badajoz iba a continuar cuando en el minuto 58 Guti confirmaba su doblete haciendo el 3-1. El Navalcarnero iniciaba un contragolpe en el que pillaba mal colocada a la zaga blanquinegra que, a pesar de recuperar bien la posición, no pudo evitar el cabezazo del futbolista del Navalcarnero al segundo palo que hacía el tercer tanto del partido.
El tercer gol en contra terminó de rematar a un Badajoz que, además de los problemas futbolísticos, experimentó un bajón físico que impedía que se pudiera ver al equipo que dominó el juego en la primera parte.
El Navalcarnero comenzó a ganar los duelos y a hacerse con las segundas jugadas y evitaba que los hombres de Iñaki Alonso pudieran hacerse con el control del esférico para tratar de afianzarse en campo rival y poder trenzar acciones peligrosas.
El técnico vaso terminó de quemar las naves poniendo sobre el césped el once más ofensivo posible. Dio entrada a Aketxe, que debutó como jugador del Badajoz, y a Müller por Carrasco y Cordero y comenzó a formar con algo similar a un 3-4-3.
A pesar de ello, las llegadas del Badajoz se producían a cuentagotas. El Navalcarnero, con la ventaja de dos tantos en el luminoso, retrasó su bloque y plantó su zaga delante del área en vistas del juego directo que empezaría a usar el Badajoz.
La figura de Fratelli emergió sobre el resto de sus compañeros. El central rojiblanco ganó la gran mayoría de duelos en los que participó, bloqueó un importante número de lanzamientos blanquinegros y fue el estandarte de la zaga del Navalcarnero durante todo el encuentro.
Aketxe pudo recortar distancias cuando el partido llegaba a su final, pero el palo impidió que el delantero vasco se estrenara en su debut como blanquinegro. Müller también dispuso de una ocasión que podría haberse convertido en el 3-2, pero la falta de puntería privó al argentino del gol.
Finalmente, el colegiado decretó el final de un encuentro en el que el Badajoz disputó una primera media hora inicial de gran nivel, en la que logró ponerse por delante en el marcador, pero en el que acabó derrumbándose como un castillo de naipes para terminar cayendo por 3-1.
La fragilidad defensiva y los errores de bulto volvieron a condenar a los pacenses, que cerrarán la jornada con solo un punto más que el Mensajero, actual colista del grupo 5. Iñaki Alonso deberá emplearse a fondo para revertir una situación que semana a semana se vuelve más crítica.