Empate con sabor a derrota en las filas blanquinegras. Badajoz y Mérida empatan a uno en el clásico extremeño gracias a un tanto de Carlos Cinta en el minuto 84. Los blanquinegros se adelantaron por mediación de Soto antes del descanso y pudieron anotar el segundo gol a comienzos de la segunda parte.
Salmerón dio un vuelco al planteamiento que venía siendo habitual en los encuentros del Badajoz. Deshizo la defensa de cinco hombres y situó a Josete y Mariano en el eje de la zaga con Calderón y Cordero en los costados.
Con el objetivo de tener el balón durante más tiempo y en mejores condiciones, el técnico indálico situó en el centro del campo a Raúl Palma, Mancuso y Alfaro, dejando en el banquillo a Buyla. En la parcela ofensiva, Soto por la derecha, Adilson por la izquierda y Gorka Santamaría en la punta de ataque.
Con el pitido inicial de la colegiada, se inició el derbi extremeño que comenzó dominando el Mérida. El conjunto romano entró en el partido con mayor decisión que su rival y tuvo varios acercamientos peligrosos para los intereses blanquinegros.
En los primeros diez minutos de partido, los futbolistas emeritenses probaron a Kike Royo en dos ocasiones. El meta riojano demostró el nivel habitual que viene teniendo durante esta temporada y desbarató cualquier atisbo de gol romano.
En el minuto 15 de partido, un contratiempo físico obligó a Salmerón a hacer el primer cambio del encuentro. Josete Malagón se llevaba la mano a la ingle derecha mirando al banquillo y Salmerón se veía obligado a sustituirlo por Juanmi García.
Con el central cartagenero sobre el verde, el Badajoz comenzó a mejorar en el partido. El cuadro blanquinegro empezó a tener más tiempo el balón y adelantó el bloque unos metros para hacer efectiva esa posesión en campo rival.
Pronto comenzarían a sucederse las llegadas aunque ninguna de ellas entrañó demasiado peligro para la portería que defendía Palomares. El Mérida juntaba líneas ante el tramo de dominio del Badajoz pero no pasaba demasiados apuros.
La primera parte se desarrollaba con el guion que estableció el Badajoz desde el minuto 15. Aunque no conseguían traducir el dominio en ocasiones, los hombres de Salmerón se mostraron a un alto nivel tanto en defensa como en ataque.
Cuando la primera mitad llegaba a su ocaso, el Badajoz logró golpear primero. Calderón recibía un balón de Juanmi en el costado derecho que hacía bueno con su primer control. El de Almansa conducía en dirección a la línea de fondo y ponía un centro con rosca entre portero y centrales. Palomares despejaba el balón defectuosamente y su rechace caía en botas de Soto que anotaba el primer tanto del encuentro.
El Nuevo Vivero estallaba de júbilo con el tanto de su equipo. El Badajoz confirmaba su buen momento en el partido con un tanto que hacía que los aficionados presentes en el feudo blanquinegro soltarán el aire en señal de alivio.
Sin tiempo para más, el partido se marchaba al descanso. Tras el paso por vestuarios, el encuentro siguió los mismos derroteros que en el inicio. El Mérida salió más activo al verde tratando de hacer el empate y casi lo consigue en los primeros minutos de la segunda mitad.
En el 47 de partido, Sandoval lograba pisar área con ventaja para poder encarar a Kike Royo. La cobertura realizada por Palma, que llegó con lo justo para estorbar al delantero romano, y la buena colocación del meta blanquinegro evitaron males mayores.
El Badajoz pasó un tramo algo dubitativo sobre el césped. El Mérida había ajustado algunos errores tácticos cometidos durante la primera mitad y el equipo de Juanma Barrero logró disminuir las virtudes de su rival en algunos tramos de la segunda parte.
A pesar de ello, el Badajoz pudo anotar el segundo tanto. El luminoso marcaba el minuto 60 cuando Soto se sacó una volea desde la frontal que llevaba dirección a la escuadra izquierda de Palomares. El guardameta del Mérida negaba el gol pacense con una gran estirada a mano cambiada que evitó el 2-0.
Menos de diez minutos después, fue Ferrón el que tuvo la sentencia. Esta vez de cabeza, el delantero enviaba al lateral de la red un centro desde el costado derecho ejecutado por Calderón.
El Badajoz tuvo opciones de haber doblado la ventaja pero no logró materializar el gol. Con la vida perdonada y con gasolina aún en el tanque, el Mérida movió el banquillo y se fue a por el partido.
Barrero dio entrada a Dani Lorenzo y escasos minutos después a Akito y Chuma. Los cambios activaron al Mérida, que comenzó a asentarse en el campo del Badajoz. El cuadro romano llegaba a acumular hasta cuatro hombres en zona ofensiva cada vez que iniciaba sus ataques.
Esta sobrepoblación en la delantera rival provocó que el Badajoz tuviera que emplearse más en defensa y retrasara varios metros su bloque. Aprovechando esta circunstancia, el Mérida comenzó a buscar el área de Kike Royo.
Fue Carlos Cinta el primer romano en tener el empate en sus botas. Meléndez iba a encontrar al ariete en la frontal del área con un envío filtrado que Cinta mandaba fuera tras golpear con la zurda.
El Mérida iba a ver recompensado su buen tramo con el gol cuando, en el minuto 84, el propio Carlos Cinta hacía el empate. Felipe metía un balón desde la derecha hasta el punto de penalti buscando el remate de alguno de sus compañeros.
Mariano Gómez, sin oposición y con el balón de cara, trató de despejar el envío pero Kike Royo también decidió ir a por el cuero. Ambos futbolistas se estorbaron y dejaron el balón muerto para que Cinta, a la segunda, consiguiera hacer el empate del Mérida.
El gol enmudeció a todo el Vivero salvo a los aficionados emeritenses desplazados. La proximidad de la celebración con la zona de simpatizantes y la euforia por el gol provocaron que desde la grada cayera algún objeto que acabó impactando en el rostro de Carlos Cinta. Al delantero se le colocó un apósito en la zona afectada y siguió jugando hasta que Barrero decidió sustituirlo.
Jaleados por el empate y con tiempo aún por disputar, el Mérida continuó atacando. En el 94, Nacho González cabeceaba una falta desde la esquina en el primer palo que cerca estuvo de colarse en la portería de Kike Royo.
Con el descuento ya cumplido, Huerta de Aza señalaba el final del segundo clásico extremeño de la temporada con empate a uno en el electrónico. El Mérida consiguió reaccionar en la segunda mitad y sacó un punto del Cívitas Nuevo Vivero.
El Badajoz por su parte, se adelantó en la primera mitad en la que tuvo un buen tramo de juego, dispuso de ocasiones en la segunda para haber sentenciado el partido, pero concedió demasiado y acabó perdiendo dos puntos.
La próxima semana, el cuadro de Salmerón afrontará el primero de los dos encuentros consecutivos que disputa lejos del Vivero ante la Balompédica Linense. El segundo de ellos será en Vigo ante el Celta B.