El Córdoba sigue haciendo méritos para ascender directamente a LaLiga SmartBank. El conjunto que dirige Germán Crespo se llevó la victoria del Nuevo Vivero después de ganar 2-4 al Badajoz.
Aunque el partido comenzó muy diferente a como acabó, ya que la pizarra de Salmerón volvió a predecir los primeros compases del encuentro. Con el Córdoba acaparando la posesión del balón, el Badajoz se mantenía en bloque bajo, basculando para evitar las intentonas califas. El planteamiento estaba claro, agazaparse y aguantar la posesión rival para tratar de roba y salir a la contra. Dicho y hecho.
Corría el ocho de partido cuando el Badajoz logró robar por primera vez con campo para correr. Ferrón dirigía la jugada, flanqueado por Adilson, Alfaro y Soto. El portugués tiró el desmarque a la izquierda, arrastrando a su marca y limpiando el camino de Francis. El killer andaluz descargó en Alfaro, que ocupaba el carril central, y éste hacía lo mismo encontrando a su izquierda a David Soto. El de Ablitas conectaba el disparo y, tras tocar en un contrario, se colaba en la meta de Carlos Marín.
Pero el Córdoba es mucho Córdoba y tuvo la reacción propia del que lidera la clasificación con puño de hierro. En un desajuste de la zaga pacense, Puga filtraba un pase para Antonio casa, que superaba a Borja García en carrera. El futbolista del Córdoba se plantaba solo ante Kike Royo, recortaba a Mariano y definía raso. El meta riojano detenía el primer disparo pero, desafortunadamente, el rechace la caía al propio Casas que a placer hacía el empate.
El partido volvía a su punto inicial. El Córdoba volvía a tener la posesión del esférico pero con más cautela que en los primeros compases, avisados por el gol en contra recibido. Pero el Badajoz seguía empeñado en rebelarse.
Se aproximaba el ecuador de la primera parte cuando Alfaro recibía el cuero en el centro del campo, mientras que por el rabillo del ojo veía como Soto iniciaba la carrera por banda. El onubense temporizaba a la perfección y ponía un balón en profundidad magnífico al que Soto llegaba antes que Calderón. El lateral califa derribaba al navarro y el colegiado decretaba penalti. Francis Ferrón iba a ser el encargado de transformar la pena máxima, engañando a Carlos Marín y poniendo el 2-1 en el electrónico.
El Nuevo Vivero enloquecía con lo que estaba viendo. El Badajoz, ejecutando el plan de Salmerón a la perfección, la había hecho en 25 minutos dos goles al Córdoba, que solo había recibido ocho en las jornadas previas.
A pesar de lo acertado del planteamiento y la correcta ejecución de los futbolistas del Badajoz, el Córdoba continuaba poniendo en aprietos los intereses blanquinegros. Cerca estuvo de llegar el empate en el minuto 35 después de que Cedric mandara fuera por centímetros un disparo desde dentro del área tras una gran jugada de Carracero.
El partido se encaminaba al descanso y, aunque el Córdoba había avisado, el Badajoz seguía bien plantado en el verde. Llegados al 45, el colegiado mandaba el encuentro a la caseta ante la ovación del respetable del Civitas Nuevo Vivero.
Pero el encuentro tras el descanso iba a cambiar por completo. Los ajustes de Germán Crespo hicieron mella en sus futbolistas y el Córdoba que salió al terreno de juego en la segunda mitad era otro diferente al del primer tiempo.
Crespo introdujo a Simo en el entretiempo en detrimento de Cedric y el Córdoba dio un salto de calidad. Ya en el 55 de partido, los califas lograron el empate gracias al propio Simo, que remataba dentro del área pequeña un centro de Carracero que rechazó en Edu Sánchez. La afición blanquinegra, que reclamó mucho el tanto en contra, interpretaba, al igual que la zaga del Badajoz, que el futbolista del Córdoba se encontraba en fuera de juego, aunque Pérez Hernández discrepó y dio validez al gol.
El tanto a favor dio alas al Córdoba y desplegó todas sus armas ofensivas. Solo cinco minutos después del empate, Willy Ledesma ponía el 2-3 desde los once metros. El colegiado, en una jugada un tanto rocambolesca, señalaba penalti a favor del Córdoba después de que los califas hubieran hecho gol. A pesar de las protestas de unos y otros, Ledesma engañaba a Kike Royo y ponía a su equipo en ventaja.
Pero el Córdoba no se conformó con ello se fue a por más. En el minuto 66, Puga arrancaba la moto desde el perfil derecho y, tras dejar atrás a Edu Sánchez y Palma por pura velocidad, encontraba a Willy en el punto de penalti para que hiciera el 2-4.
El Córdoba, en escasos 11 minutos, le daba la vuelta por completo al encuentro y doblaba su ventaja ante un Badajoz que se vio muy superado en el arranque de la segunda mitad.
Con la mitad del trabajo hecha, el equipo blanquiverde volvió al plan inicial. Se hizo con la posesión nuevamente y quiso defenderse con el cuero. Salmerón quiso imprimir intensidad con los cambios, pero la sustitución de Ferrón hizo que el equipo perdiera mordiente.
La entrada de Zelu por Mancuso hizo que el Badajoz recuperara mayor presencia en ataque. El jerezano tuvo en sus botos el gol que hubiese dado esperanzas a la afición blanquinegra, después de revolverse en la frontal del área y conectar un disparo con rosca que tocó en el poste antes de salir.
Los blanquinegros quisieron morir con las botas puestas y a través de una falta lateral que botó Carlos Calderón estuvo cerca de hacer el 3-4, pero Carlos Marín detenía el balón encima de la línea y la intentona quedaba en nada.
Escasos minutos después, el colegiado iba a señalar el final de un partido en el que el Badajoz exprimió sus armas, se marchó al descanso con ventaja, pero se topó con un Córdoba excelso en la segunda mitad, que hizo gala de una pegada envidiable para darle la vuelta al encuentro en poco más de diez minutos y llevarse los tres puntos del Civitas Nuevo Vivero.
La próxima semana, el Badajoz visitará Salamanca para enfrentarse a Unionistas el sábado a las 18:00.
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