El Badajoz volvió a disputar un nuevo encuentro a puerta cerrada por segunda semana consecutiva en el Nuevo Vivero. Al igual que sucediera una semana antes en el amistoso ante el Guijuelo, la falta de público fue paliada con goles y espectáculo en el encuentro que les enfrentaba en la quinta jornada de liga ante el Guijuelo.
En el primer encuentro de la historia en la que los blanquinegros jugaron sin público en liga, el Badajoz se refrenda como líder a costa de un correoso y peleón colista que presentó batalla hasta el tramo final del encuentro. El pinchazo del Melilla en Villarrubia deja aún más ventaja a los de Fernando Estévez en lo alto de la tabla.
Los primeros quince minutos estuvieron llenos de goles y ocasiones. Antes del cuarto de hora, los dos equipos ya habían marcado a pares. Tomás Sánchez y Álex Corredera anotaron para los locales y Nacho Huertas -desde los once metros- y George lo hicieron para el Villarrobledo. Antes de llegar al descanso, los de Estévez se volvieron a poner por delante por mediación de Dani Aquino.
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En la segunda mitad, el encuentro siguió los mismos derroteros. El Badajoz siguió tirando de paciencia para tumbar a un combativo rival que se negaba a claudicar. De nuevo Nacho Huertas establecía las tablas desde los once metros para volver equilibrar fuerzas en el marcador.
Fernando Estévez sacó a toda la artillería para no dejar escapar los tres puntos y el resultado fue inmejorable. Primero Forgas, de cabeza y posteriormente, Gorka, desde los once metros, acabaron poniendo la puntilla a un rival que terminaría el choque con diez jugadores.
Los blanquinegros visitarán la próxima semana al Talavera para buscar seguir al frente de la clasificación una semana más.
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