Tres años han transcurrido desde que el CD Badajoz consiguió romper su maldición con la primera ronda de fase de ascenso a la categoría de bronce del fútbol español tras eliminar al Bergantiños en un agónico encuentro.
Después de dos temporadas en las que el conjunto blanquinegro encadenó dos eliminaciones consecutivas, los blanquinegros pudieron finalmente regalar a su afición el pase de ronda que años anteriores se le había resistido.
La primera decepción llegó en la temporada 2014/2015, en la que el CD Badajoz terminó como cuarto clasificado. El azar le enfrentaría contra el Murcia Imperial en la primera ronda de las eliminatorias, el partido terminó con un contundente 1-3 a favor de los murcianos y la vuelta se saldó con 0-2 a favor de unos pacenses que rozaron la gesta en la Nueva Condomina.
El segundo mazazo llegaría la campaña siguiente y en la misma ronda. En esta ocasión, el rival era el CD Choco y las expectativas eran más altas debido a los buenos resultados obtenidos a lo largo del curso. Sin embargo, el partido de ida se saldó con un 2-1 a favor de los gallegos y el resultado de la vuelta fue un 2-2 final.
Ya en la temporada 2016/2017 el CD Badajoz volvió a creer en el ascenso, pero los fantasmas surgieron de nuevo al conocer que el Bergantiños era el rival a batir. De nuevo otro equipo gallego se interponía en el objetivo pacense.
El partido de ida concluyó con un 2-2 en tierras gallegas, un buen resultado para los pacenses. Ya en el choque de vuelta, quedará en la mente del aficionado blanquinegro el penalti en el minuto 81 a favor del Bergantiños que fue detenido por Nico, quien a la postre sería expulsado por doble amarilla y dejando la portería al jugador de campo Julio Rodao.
No hubo tiempo para más y el CD Badajoz consiguió tras tres años superar la primera ronda de la fase de ascenso a Segunda B. A la postre, se vio que era la ronda maldita, pues una vez que pudo superarla, logró ascender a la categoría de bronce tras pasar otras dos eliminatorias posteriores.