El Ibiza visitará este domingo el Nuevo Vivero con un par de nombres bastante conocidos en el mundo del fútbol. Además del italiano Borriello, el gran nombre del conjunto ibicenco es el de su míster, Andrés Palop. El ex portero aguó en su día una fiesta al CD Badajoz cuando vestía la elástica de otro equipo mediterráneo.
Corría la Jornada 35 de 1998 cuando un antiguo estadio El Vivero lleno hasta los topes acogía uno de los partidos más importantes de la historia del CD Badajoz. Los pacenses, quintos en la clasificación, se enfrentaban al Villarreal, posicionado en la cuarta posición. Los blanquinegros se jugaban estar en la zona alta de la clasificación y adentrarse en puestos de playoff, seguidos muy de cerca por un aguerrido Sevilla.
El Badajoz afrontaba el encuentro a la ofensiva y con la baja de un importante Munitis. Por su parte, el Villarreal formaba con una escuadra defensiva, en la que un joven Andrés Palop se ocupaba de guardar la meta castellonense.
El conjunto pacense, entrenado por Joaquín Peiró, adoleció de falta de gol. Los intentos del delantero Marcos Aurelio y del mítico Txutxi acabaron en manos del portero amarillo, que obró varios milagros para mantener su puerta a cero. Pese al dominio del Badajoz, el encuentro acabó tal y como empezó y el 0-0 no llegó a romperse. Andrés Palop cuajó una fantástica actuación y salvó a un Villarreal obligado a defenderse como gato panza arriba.
Este partido supuso el principio del fin del sueño pacense de lograr el tan ansiado ascenso. El Badajoz acabó la temporada en sexta posición empatado a puntos con el Lleida que obstentaba la quinta plaza. El Villarreal logró el ascenso como cuarto clasificado tras derrotar al Compostela.
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