Mehdi Nafti ya ejerce como técnico del CD Badajoz. En su primera comparecencia como entrenador blanquinegro ha aclarado todos los temas que generan actualidad a su alrededor. Sobre su contratación tras haber dirigido al Mérida hasta hace pocos meses, se muestra bastante sincero. «Tuve ciertas dudas, pero prefiero trabajar en buenas condiciones que estar en el paro».
Para ganarse el cariño de la afición pacense, piensa que primero tiene que dar otro paso. «Antes de convencer a la afición de que puedo entrenar al Badajoz tengo que convencer a los jugadores». El presidente Pablo Blázquez también ha querido explicar por qué se decidieron por el entrenador franco-tunecino para relevar a Salinas. «Para nosotros hubiera sido más fácil elegir otro entrenador, pero pensamos que no podemos pedirle personalidad a él ni a los jugadores si nosotros no la tenemos», aclara.
Para encontrar técnico, Blázquez confiesa que buscaban en el mercado a profesionales que cumplieran tres requisitos. «Queríamos que conociera a los jugadores, que tuviera carácter y que su estilo gustara a la afición, y Nafti reúne los tres», confirma. El nuevo inquilino del banquillo del Nuevo Vivero ha visto esta temporada in situ los partidos que el Badajoz ha disputado en San Fernando, Talavera y Granada. «Lo que he visto en Granada me ha hecho pensar que el equipo tiene mimbres para estar más arriba», piensa Nafti.
La irregularidad que los blanquinegros vienen mostrando en esta campaña parece ser uno de los aspectos que menos le gustan al nuevo entrenador. «El equipo tiene que dar siempre un nivel mínimo de un 6 ó un 7. En Granada, por ejemplo, dio una imagen de playoff». Sobre cómo se ha encontrado a los futbolistas a su llegada, también habla claro. «En el vestuario hay algunos chicos que necesitan algo más de cariño».
Preguntado también por el sistema de juego que más le gusta implantar en sus equipos, parece que irá variando en función de los partidos pero, por encima de esto… «a mí me gusta ganar», afirma con rotundidad.
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