El encuentro ante Electrocash Cáceres estuvo lleno de intensidad pese a la derrota
El Extremadura Hotel Río Badajoz disputó este sábado 3 de marzo el último partido de la Superliga 2 de voleibol contra el Electrocash Extremadura CCPH en el pabellón de Las Palmeras. Esta décimo octava jornada de liga nos regalaba un derbi en el que el mayor aliciente era la pura rivalidad entre ambos conjuntos, ya que ninguno se jugaba nada serio a estas alturas.
La temporada del equipo pacense ha venido marcada por la falta de intensidad en los momentos clave de todos y cada uno de los partidos que se han disputado, excepto en su victoria ante Vigo en la primera vuelta. Los chicos de Carlos Iglesias han peleado cada partido, han bregado e intentado imponer su juego, pero siempre ha ocurrido algún error que ha hecho mella en su ánimo o un rival demasiado fuerte como para creer en la victoria más allá de algunos puntos sueltos en algún set.
Pero todo derbi tiene su magia y su propia historia, y poco importa cómo vengan los equipos, cuantas victorias o derrotas consecutivas se hayan cosechado o el estado de forma de las semanas anteriores. Eso pareció pensar el Extremadura Hotel Río Badajoz cuando saltó al campo: poco importaba ya toda la temporada. La primera manga estuvo muy igualada desde el inicio. Los cacereños mandaban, pero no por mucho, las distancias no superaban los dos puntos y parecía que los chicos de Carlos Iglesias podían apretar en el tramo final y llevarse el punto. Pero la mayor solidez defensiva de los visitantes y los nervios ya familiares de los locales decantaron la balanza por 22-25 a favor del Electrocash Extremadura CCPH.
El segundo set estuvo lleno de imprecisiones por parte del Extremadura Hotel Río Badajoz. Fallos de concentración en defensa, algunos saques directamente fuera y la falta de intensidad propiciaron que los cacereños se llevaran esta segunda manga con relativa comodidad, sin dominar del todo, pero sí con la solvencia necesaria como para que no peligrase en ningún momento el resultado. 18-25 y 2-0.
Pero la tercera manga fue otra historia, otro partido dentro del mismo partido. La igualdad fue la tónica dominante desde el inicio. El público asistente animó a su equipo sabedor de su importancia, jaleando en lo que podía ser el último set de la temporada. El Extremadura Hotel Río Badajoz se contagió del ánimo de su afición y apretó en ataque y defensa poniendo contra las cuerdas a su rival. Llegados al 24-20 parecía que un nuevo partido estaba por descorcharse. Pero, y siempre es el mismo pero, una mala recepción, dos malas defensas y el equipo pacense bajó los brazos. De ganas por 4 puntos (24-20) a perder por dos: 26-28. Al final, 0-3 a favor de los cacereños que permiten al Extremadura Hotel Río Badajoz terminar en último lugar una temporada que se ha hecho muy larga.