Pequeño pero Gastón
El fútbol pacense vuelve a la cruda realidad. El cambio de año no ha traído los nuevos aires que necesitaban nuestros principales representantes. Si 2017 acabó con ilusiones renovadas gracias a los últimos resultados, 2018 ha vuelto a poner las cosas en su sitio: nadie nos va a librar del sufrimiento hasta la última jornada. Para caracterizar a cada equipo, hay que contar que continúa la falta de picardía en el Santa Teresa, y ojo que comienza a cundir la desesperanza, mientras que al Badajoz no le ha quedado más remedio que dejar en un simple buen recuerdo las últimas goleadas conseguidas para despedir el año.
Los entrenadores de estos dos conjuntos responden a los malos resultados pidiendo nuevos futbolistas. A principio de temporada había muchos que pensábamos que teníamos delante a una plantilla que iba a acabar permaneciendo y consolidándose en Segunda B, aunque hubiera que pelearlo hasta el final, y a otra que estaba llamada a intentar colarse en los puestos de Copa de la Reina. Por unas cosas o por otras, ahora mismo no se están cumpliendo ninguno de los dos objetivos. Se necesitan entradas y salidas como el comer.
En el caso blanquinegro, sería muy importante que buscasen minutos en otros equipos, como mínimo, hombres como Álvaro Torralbo o Julio Rodao (que ya se fue), además de que en algunos otros jugadores también se puede discutir su continuidad. En cuanto al equipo de Antúnez, ha habido muchas futbolistas que han tenido su oportunidad de demostrar su nivel y no lo han hecho. Se puede hablar de Ali Muñoz o Augustine Ejangue, y eso que la camerunesa es una fija en el once. En los dos equipos se necesita savia nueva que aumente el nivel sobre el campo. Parece que hay jugadores que no levantan cabeza en nuestros equipos, y esto hay que cortarlo de raíz. Estos problemas se demostraron en el verde el pasado domingo en un nuevo día de la marmota.
El Santa Teresa se volvió a dejar escapar un triunfo que tenía en la mano, mientras que al Badajoz le pasó factura la falta de puntería. Lo de siempre, vamos. En este mes de enero tenemos por delante días apasionantes en los que se combinan el trabajo diario con la llegada de fichajes. El dinero y el acierto en los despachos seguramente tendrán gran parte de responsabilidad a la hora de conseguir, o no, las ansiadas permanencias.