Pequeño pero Gastón
El pasado domingo, la ciudad vivió una de esas tardes propicias para mirar hacia atrás. Justo en la temporada en la que se cumplen 25 años del histórico ascenso del CD Badajoz a Segunda ante el Cartagena, los dos conjuntos volvieron a enfrentarse en la misma ciudad, pero en un escenario distinto al de entonces. Partidos como éste, producen un sentimiento agridulce: la nostalgia. Este sentimiento nos trae a la mente muy buenos recuerdos de cosas que hemos vivido en el pasado, pero también quiere decir que esas cosas buenas ya quedan lejos. Y eso que por el camino hemos dejado años muchos peores.
Han pasado los años, y también en el fútbol hemos ido a peor. El Badajoz de hace 25 años era un equipo al que todos los rivales de aquella Segunda B temían. Era una plantilla candidata a todo, y lo acabó consiguiendo con ese añorado ascenso en el Viejo Vivero. Hoy de nuevo se vuelve a estar en la categoría de bronce, pero las expectativas, al menos para esta temporada, nada tienen que ver con las de entonces. Hay que tener en cuenta que estamos hablando del partido que más ha marcado a la inmensa mayoría de la afición blanquinegra.
El que también ha dado muchas vueltas, pero hoy en día se encuentra en una situación similar a la de aquella campaña 91/92, es el propio cartagena. Este sí que es un verdadero coco del grupo IV y de toda la Segunda B en general. El conjunto departamental tiene dedicada gran parte de su calidad a la zona atacante, con hombres de relumbrón como Hugo Rodríguez o Akeche, entre otros muchos. No tiene grandes nombres en defensa, pero funcionan como un bloque muy compacto. Buena prueba de ello la tuvimos el domingo. Es un conjunto temible en casa, pero al que no le importa volverse con un solo punto de los duelos lejos de Cartagonova.
Para mí, el Cartagena es el mejor equipo de todo el grupo IV. Aunque no empezó del todo bien la temporada en cuanto a resultados, el paso de las jornadas le ha ido dando la razón a la forma de juego que plantea el exentrenador blanquinegro Alberto Monteagudo. Este técnico se ha hecho un importante nombre gracias a sus buenas últimas campañas en la categoría. Todo comenzó hace ya seis años con un brillante sprint final de temporada en el Nuevo Vivero que permitió salvar la categoría deportivamente a un equipo lleno de pesimismo y malos resultados. Lo que vino después, ya queda para la historia triste de la ciudad. La nostalgia tampoco evita en estos días que pensemos en lo que podría haber sido un Badajoz en Segunda B con buenos mimbres en la segunda campaña de Monteagudo. Eso ya nadie lo sabe…