Vania Martins no tiene claro si quiere seguir jugando la próxima temporada, pero sí que le gustaría continuar ligada a la entidad rojiblanca
La relación Vania Martins-Santa Teresa traspasa desde hace tiempo lo meramente profesional. Es la cuarta temporada que la internacional, mitad africana, mitad brasileña, algo a lo que le podemos poner el nombre de ‘afrileña’, viste la camiseta rojiblanca. Con ella puesta ha vivido los mejores momentos de su carrera, y también del cuadro pacense, desde que llegara para afrontar una fase de ascenso que acabó dando con el Santa Teresa en Primera.
El paso de los años no perdona a nadie, y es lo que le ha obligado a replantearse su futuro futbolístico. «No tengo claro si quiero seguir jugando la temporada que viene. Si el Santa Teresa me ofrece quedarme en el club, lo aceptaré». Ese ofrecimiento podría ser para que continuara sobre el césped o en los despachos, aunque ahora mismo tiene otro objetivo por delante. «Lo que quiero es dar al club la alegría de jugar la Copa de la Reina». Vania pretende devolver así todo lo que el club le ha dado.
Para continuar dentro de ocho jornadas en los puestos coperos, tiene claro lo que hay que hacer. «El pensamiento ahora mismo es ganar en casa y tratar de puntuar fuera. Siempre llegan además puntos que no te esperas, como pasó cuando ganamos al Barcelona», señala. Esta semana podrían descartar de la lucha al Zaragoza si le ganan en El Vivero.
Reconvertida hacia la defensa
Puede ser de grato e importante recuerdo a final de liga la victoria de este pasado domingo en Oiartzun. El único gol de Aina Torres puede valer su peso en oro. «Fue un viaje muy largo y estábamos reventadas para el partido. Allí conseguimos los puntos que se nos escaparon contra otros rivales como el Rayo, por ejemplo», destaca Vania.
La ‘afrileña’ es una fija para Juan Carlos Antúnez en el lateral derecho del equipo. Ella había jugado casi toda su carrera de delantera. «Jugué de lateral también hace ya muchos años. He ido perdiendo velocidad y ya solo quiero jugar de lo que sea, como si me pone de portera». A tenor de lo visto en los últimos años, seguro que también se desenvolvería a la perfección bajo palos. Eso sí, tendría una dura competencia en Emmeline Manguy y Bea Orellana.
Vania también sacó su lado más solidario en el último encuentro disputado en casa. Se convirtió en referencia de Adriana, una niña que tuvo la oportunidad de bajar con ella al campo y pasar un día inolvidable. «A Adriana la conocí en carnavales. Valió la pena hacer realidad su sueño y ver en sus ojos la ilusión que tenía». Vania Martins y Santa Teresa es hablar de un mismo sentimiento.
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