Francisco José Hernández Maeso, colegiado pacense, debutó en la última jornada de Primera División tras la lesión de Mateu Lahoz
El pasado 1 de octubre, el pacense de adopción Francisco Hernández Maeso, debutó en Primera División tras la lesión el árbitro principal, Mateu Lahoz.
El estadio sevillano de Sánchez Pizjuán fue el escenario del debut del colegiado en la Liga Santander, en el partido de la séptima jornada, con el Sevilla 2-1 Alavés.
Francisco reconoce que no se esperaba el debut tan pronto, pero si estaba preparado. «No me esperaba debutar como árbitro de Primera tan pronto. Aunque sabemos que dentro de las funciones del cuarto árbitro está la de sustituir al árbitro principal si la ocasión lo requiere, afortunadamente no suelen ser situaciones que se den con frecuencia», confiesa el colegiado pacense. Además admite que no le dio tiempo a atender las sensaciones que pudo sentir: «Realmente no dispones de tiempo para prestarle atención a las sensaciones que te pueden invadir. Lo fundamental era dar normalidad a la situación, adaptarse a las características del partido de forma inmediata e intentar que todo transcurriese sin que el protagonismo recayese en el arbitraje. No hubo tiempo para nervios.»
A sus 28 años de edad, Francisco cuenta con más de 10 años de experiencia como árbitro en los campos de tercera y segunda B, y además, como cuarto árbitro y asistente en Segunda y Primera División. Ha estado presente en los estadios más importantes de España, aunque reconoce que haber arbitrado en el Trofeo Ibérico fue para el muy especial. «No podría hablar de partidos más o menos importantes. Sí es cierto que recuerdo con especial cariño la final de la Copa de Extremadura, que arbitré con 21 años y tengo la satisfacción de haber pitado la última edición del Trofeo Ibérico en el Nuevo Vivero, entre los equipos del Villareal y el Sporting de Lisboa, ambos actualmente en las competiciones europeas de UEFA y Champions.»
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