El equipo arbitral decidió esta medida para paliar el calor como ya se hiciera en el Mundial de Brasil
Durante la jornada del 26 de junio Badajoz vivió un caluroso día para celebrar la vuelta del Trofeo Ibérico. A las 20:15 comenzaba el partido entre Villarreal y Sporting de Portugal en el Nuevo Vivero rondando los 40º.
Durante el encuentro, el equipo arbitral decidió realizar dos ‘parones’ inusuales a la media hora de cada tiempo, deteniéndose el encuentro unos minutos en el 30’ y el 75’, como ya se hiciera en el pasado Mundial de Brasil.
Tras el encuentro el técnico del ‘Submarino Amarillo’, Marcelino García, afirmaba que “hacía muchísimo calor y a medida que fue pasando el partido fue a menos”, resaltando la dificultad de competir con altas temperaturas, “dificultaba el ritmo de juego y había que repetir esfuerzos”.