Ocupa la posición de apertura y ha guiado al equipo hacia la fase de ascenso durante su etapa en Badajoz
El CRB jugó el pasado fin de semana el último partido de liga y se proclamó campeón, por lo que acudirá a la fase de ascenso a principios de mayo. Una pieza clave del equipo dirigido por Joao Henriques es el inglés Chris Crowley, de 20 años, estudiante de empresariales que está realizando su periodo de prácticas en un colegio pacense.
Llegó a Badajoz el pasado mes de octubre y poco a poco se ha ido haciendo hueco en el equipo rojinegro. Conoció el club a través de internet, “mandé un correo y me invitaron a ir a entrenar”. Aunque es evidente que el nivel en general es más bajo que en Inglaterra, «hay aspectos del juego que son superiores, aquí hay más agresividad” y asegura que le ha impresionado el nivel, ya que pensaba que no lo practicaría tanta gente.
Eduardo Rojas ‘Rojinas’, capitán y directivo del equipo, fue quien habló con él desde un principio. “Nos preguntó si podía entrar en el equipo y nosotros estábamos encantados”, afirma Rojas. Lo primero que le preguntaron es de qué jugaba, y respondió que de 9, 10 o 15, algo que “nos iba estupendo”. Cuando llegó a La Granadilla por primera vez «se puso a entrenar con toda la humildad del mundo”. Un club como el Badajoz tiene limitaciones en cuanto a instalaciones y presupuesto, y “él lo sabe perfectamente y no pone pegas, es una pasada su forma de pensar”. Para Rojas «el equipo da un salto de nivel cuando está él” ya que consigue manejar “tanto a delanteros como tres cuartos”. Sus cualidades son múltiples, “coge el balón, buena patada a palos, contrapié, pase…”. Por fortuna para el equipo y la ciudad no será hasta finales de mayo cuando Crowley regrese a su ciudad natal, donde – a diferencia de aquí – “no es un crack, si no que son todos como él”.
En su primer partido consiguió la victoria ante Cáceres, “mis compañeros ya me avisaron antes de la importancia del partido, al igual que el de Mérida”, afirma el jugador. Ocupa la posición de apertura aunque en su equipo, el Leeds University, es medio melé. Tras sus primeros partidos vio que quería tener más influencia en el juego y le pidió a su entrenador que le cambiara de posición y afirma estar “disfrutando de mi papel en el equipo”. Sin duda que la cultura de rugby no es la misma en España que en Inglaterra, donde “lo ves en televisión, internet… puedes ver seis o siete partidos cada fin de semana”. Ha tenido la oportunidad de ver el trabajo de cantera del CRB, un club que “hace cosas muy buenas para que aumente el número de jugadores de rugby y fomentar este deporte entre los niños”, que son los que jugarán en un futuro en el primer equipo.
Un apartado importante para un deporte como el rugby es la comunicación, y al principio tuvo más problemas, “en rugby hay palabras específicas que no sabía, y tuve la suerte de encontrar jugadores que hablaran inglés, me ayudaron mucho”. Formar parte de un equipo le ha ayudado a su adaptación en su día a día, trabajando como lector de inglés a niños en el Colegio Domingo Cáceres. También intenta viajar, ya que “tengo que aprovechar que estoy aquí para visitar nuevos sitios”. Ya ha estado en ciudades como Barcelona, Madrid o Granada y su próximo destino será la Feria de Sevilla, “me gusta experimentar cosas nuevas”.
En cuanto a su vida en España, sonríe cuando responde que le gusta mucho. Le encanta la cultura española, y sobre todo el estilo de vida, aunque lamenta tener que volver pronto a su ciudad. “En Inglaterra se come peor” asegura, algo que ha conocido de primera mano en la celebración del tercer tiempo tras los encuentros con su nuevo club, “es bueno que los equipos pasen tiempo juntos porque el rugby – en su faceta deportiva – no lo es todo. Puedes ser muy agresivo y competitivo en el campo y después del partido poder comentarlo y ser amigos”.
Dentro de unas semanas disputará la fase de ascenso a División de Honor B. En ella previsiblemente se enfrentarán a un rival madrileño o andaluz y piensa que “será un poco más fuerte”, pero cree en los suyos: “tengo mucha confianza en mi equipo y podemos hacer algo bueno si lo hacemos como sabemos”. El año que viene él no estará en el equipo, pero no tiene dudas en su reto de “dejar al equipo en una categoría superior”.