El ‘7 de España’ disputó en Badajoz su último partido con la selección en suelo español ante Liechtenstein
Tras conocer la noticia acerca de David Copito, quién abandonará en apenas unas semanas el mundo del fútbol en activo, a más de un aficionado que resida en Badajoz seguro que se le viene a la cabeza que el adiós de este mito blanquinegro vino precedido por otra agridulce despedida: Raúl González jugó en este mismo estadio sus últimos 90 minutos portando -por última vez en suelo español- el brazalete de capitán con la roja.
Curiosamente, la selección española no vistió con el color bermellón en aquel encuentro disputado a principios de septiembre de 2006, sino que lo hizo de un blanco inmaculado con algunos motivos rojigualdos. Los goles de Torres, Luis García y un doblete de Villa firmaron el triunfo del combinado nacional frente a la débil Liechtestein en un Nuevo Vivero lleno hasta la bandera. El capitán participó en el primer tanto, obra de Fernando Torres.
La imborrable imagen de una leyenda mundial del balompié con la vista puesta hacia el cielo por última vez en un estadio lleno de banderas de su país tuvo el dudoso honor de ser el Nuevo Vivero.
Tras esto, llegó el que fue el partido de despedida definitiva, con una decepcionante derrota en Irlanda del Norte, donde Luis Aragonés decidió que había que realizar cambios estructurales por lo que Raúl jamás volvería a ponerse la camiseta del entorchado nacional.
Aunque las distancias sean en casi todo siderales, la historia recordará a Copito como otro capitán goleador que dio sus últimos coletazos con el equipos de sus amores en el Nuevo Vivero al igual que hizo en su día el gran Raúl González.