La pacense Miriam Casillas ha cerrado el curso con uno de los mejores finales de temporada de su carrera. Tres pruebas de Copas del Mundo en Sudamérica, un oro, un bronce y una regularidad que la ha mantenido siempre dentro del top 4. Una gira sobresaliente que, según reconoce, ha superado todas sus expectativas y le permite afrontar el futuro con ambición renovada.
La triatleta explica que el tramo final de la temporada resultó «increíble». Arrancó con un cuarto puesto, «una medalla de chocolate”, bromea, que la dejó con ganas de más. Ese impulso se transformó después en una victoria y un tercer puesto consecutivos, resultados que considera especialmente valiosos por el nivel de sus rivales.
Entre ellas destaca la triatleta luxemburguesa Jeanne Lehair, una de las competidoras más en forma del circuito. «Era una de las rivales más difíciles de derrotar», subraya Casillas, quien reconoce que tuvo que correr con la cabeza además de con las piernas. «Sabía que estaba en forma, pero tenía que jugar mis cartas muy bien», confiesa.
Durante la prueba que le dio el oro, la pacense se encontró liderando un grupo de cuatro triatletas bien coordinadas en el segmento de bicicleta. «Intenté hablar con ellas para asegurarnos de que nos entendíamos y trabajar juntas», explica. Sin embargo, no todo fue perfecto. La pacense cometió un error al montarse sobre la bici antes de la línea reglamentaria, lo que le costó una penalización de diez segundos.
«Llegar antes de la línea fue un error completamente inconsciente», admite. Lo sorprendente, dice, fue ganar pese a esa sanción. «Nunca pensé que si algún día ganaba un oro en Copa del Mundo sería con un penalti en contra», reconoce. La clave, afirma, estuvo en saber manejar ese hándicap y decidir en qué momento cumplir la penalización para minimizar su impacto. «Me puso en alerta. Sabía que no iba a ser fácil, pero me obligó a estar aún más concentrada», explica.
Su tercer puesto en la siguiente prueba, en Florianópolis, tuvo para ella un mérito especial. El circuito, el clima y las condiciones no se ajustaban a sus características, pero logró sobreponerse hasta el bronce y contribuir a un histórico triplete español. «Estoy incluso más contenta por esa medalla. Demuestra que puedo rendir en días que no son perfectos».
Casillas valora muy positivamente su regularidad en Sudamérica. «En ninguna de las tres carreras estuve fuera del top 4. A veces la medalla depende de pequeños detalles o un punto de suerte». Reconoce que partía con la idea de intentar entrar en el top 5, por lo que considera estas dos medallas «un paso más» en su progresión.
A partir de ahora, la prioridad es descansar y planificar la próxima temporada, aún con el calendario por definir. «Todavía no tenemos el calendario completo y es un poco pronto para decidir dónde competiré», señala. Su objetivo pasa por continuar en las Series Mundiales y llegar en su mejor forma a la final del Campeonato del Mundo en Pontevedra, fijada para 2026.
Con la clasificación olímpica arrancando a mediados del próximo año, Casillas afronta el futuro con calma y ambición. «Aún queda bastante trabajo y tendremos que ver cómo gestionar cada paso con mi entrenador y mi equipo. De momento, competiré el próximo año como siempre lo hago, construyendo temporada tras temporada», finaliza.
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