El Badajoz afrontará un mes lejos de su estadio. El Ayuntamiento de Badajoz, actual responsable del Nuevo Vivero, ha iniciado la sustitución del césped por el tapete de transición al invierno, lo que impedirá al conjunto blanquinegro jugar como local durante las próximas cuatro jornadas de liga.
Durante la última semana, el consistorio ha llevado a cabo labores de limpieza, reparación y mantenimiento de las instalaciones, incluyendo trabajos en los baños, la grada y el terreno de juego. Tras el encuentro ante el Diocesano, este martes comenzó la resiembra del campo, dentro del plan de mantenimiento anual dotado con 247.000 euros.
Esta actuación forzará al Badajoz a encadenar cuatro partidos consecutivos como visitante. El primero será este fin de semana ante el Moralo, mientras que el duelo frente al Montijo (jornada 7) se disputará en el Emilio Macarro, tras un acuerdo con la Federación Extremeña de Fútbol para invertir el orden de los encuentros.
Posteriormente, los blanquinegros visitarán a Pueblonuevo y Jerez, por lo que no será necesario realizar más cambios de calendario. Si los plazos se cumplen, el Llerenense será el primer rival que pise el nuevo tapete del Nuevo Vivero el 9 de noviembre, cuando el equipo regresará a casa.
No es una situación nueva para el cuadro pacense. La temporada pasada ya vivió un tramo similar con cuatro salidas consecutivas, en las que logró dos victorias, un empate y una derrota. En esta ocasión, el objetivo será repetir, como mínimo, ese rendimiento para seguir acercándose a la parte alta de la tabla.
Con una victoria (0-2 en Villafranca) y una derrota (1-0 en Santa Amalia) como balance a domicilio, el Badajoz afronta ahora un mes clave. La plantilla de Juan Marrero tendrá que mantener la inercia positiva y sumar lejos del Vivero antes de reencontrarse con su afición en noviembre.
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