El Badajoz GV Energía ACV se quedó con la miel en los labios en su visita del fin de semana al Cáceres Universidad, en un encuentro vibrante y lleno de alternativas donde firmó un empate a siete. El equipo pacense, que afrontaba el encuentro con importantes bajas en la portería y con el técnico Juli Cruz sancionado en la grada, llegó a situarse con una ventaja de dos goles en los instantes finales, pero acabó cediendo dos tantos que evitaron un triunfo muy trabajado.
El partido comenzó de cara para el GV, adelantándose por mediación de Borja Bermúdez y disponiendo de ocasiones para ampliar la renta. Sin embargo, los errores defensivos volvieron a pasar factura y el rival volteó el marcador hasta el 3-1 con el que se llegó al descanso.
En la reanudación, el equipo mostró carácter y se enganchó al partido con los goles de Javito y nuevamente de Bermúdez, que firmó el empate a tres. La igualdad se mantuvo en un segundo tiempo frenético, en el que también marcaron Dani Monge y Ventura, hasta que dos tantos consecutivos del propio Borja Bermúdez ponían el 5-7 en el electrónico y parecían encaminar definitivamente la victoria.
Cuando todo apuntaba a que los pacenses se llevarían los tres puntos, el rival apostó por el juego de cinco hombres y logró rescatar el empate con dos goles en el tramo final. Hugo Corchado, meta del equipo juvenil, defendió la portería con buenas intervenciones pero poco pudo hacer ante los últimos rechaces.
Pese al bajón final en el encuentro y el hecho de no haber sumado aún la victoria en esta nueva andadura en Tercera Nacional, el GV Energía mantiene intacta la confianza y afrontará la próxima jornada ante el Casar Futsal con el objetivo de sumar un triunfo que haga justicia al esfuerzo del equipo. El choque tendrá lugar el próximo sábado a las 18:30 en el pabellón Hernán Cortés.
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