El Badajoz sigue sin levantar cabeza. En su estreno liguero en el Nuevo Vivero, el conjunto de Juan Marrero cayó 0-1 frente al Don Benito en un choque en el que el tanto de Asier en el primer minuto pesó como una losa. Los visitantes dispusieron incluso de un penalti para ampliar distancias, pero Tienza lo detuvo con una gran intervención. Pese a la reacción local en la segunda mitad, el cuadro rojiblanco apenas sufrió para llevarse los tres puntos.
La tarde comenzó torcida para los blanquinegros. Nada más arrancar, una acción de pasividad defensiva permitió a Asier adelantarse a los centrales y marcar de cabeza el 0-1 que sería definitivo. El golpe inicial pudo ser mayor después de que Cuéllar forzara un penalti que Higor Rocha lanzó, pero se topó con una estirada salvadora de Tienza que mantuvo con vida a los pacenses.
A partir de ahí, el Badajoz trató de asentarse. Marrero apostó por un 4-2-3-1 con Bermúdez como enganche, pero las imprecisiones en ataque impidieron generar peligro real. Quien sí lo hacía era el Don Benito, que cada vez que robaba en la medular encontraba espacios para correr. Antes del descanso, Higor Rocha tuvo otra ocasión clara, pero mandó el balón por encima del larguero ante el enfado de la grada, que despidió al equipo con una sonora pitada.
En la segunda mitad, Marrero movió ficha y dio entrada a Alegría y Jesús Sánchez, regresando al 4-4-2. El Badajoz ganó presencia ofensiva y Borja Domingo estuvo cerca del empate en dos acciones, pero César Llera y el travesaño evitaron el gol. Barrena fue el más incisivo en las transiciones, aunque sus internadas se diluyeron sin encontrar rematador.
El Don Benito, firme atrás y sólido en la presión, aguantó sin sobresaltos hasta el pitido final. Los de José Carlos Prieto se llevaron el partido y dejaron al Badajoz hundido en la clasificación, con tres derrotas seguidas y el casillero en negativo tras la sanción de la primera jornada.
La preocupación en el entorno pacense es evidente. Más allá de los resultados, el equipo transmite dudas en su juego y no logra imponer su condición de favorito. Marrero insistió en la previa en que «la solución a los problemas es ganar», pero la primera victoria sigue sin llegar y la presión en el Nuevo Vivero aumenta jornada tras jornada.
Autor
